-¿Qué tienes que hacer este fin de semana? Te necesito, bueno os necesito a ti y a tu hermano. Me han llamado de la asociación cultural “El escalerón” de Oteruelo de la Valduerna. Quieren hacer una exposición con mis obras, alguien de allí vio cuadros míos y se han puesto en contacto conmigo. ¿Qué me dices?
-¡Enhorabuena! Siempre te lo he dicho, era cosa de poco tiempo que se fijaran en tus creaciones. Son muy buenas. Desde luego puedes contar conmigo, también se lo comentaré a mi hermano y a Julia, ya sabes que es una ferviente admiradora de tu obra.
Ghada, la hermana de Samir, también se apuntó. Así que ahí me tienes a Ahmad, su hermano Khaled, a Julia la novia de Ahmad, a Ghada y a Samir, camino de Oteruelo de la Valduerna. Les recibieron con los brazos abiertos: Francisco Javier Toral, Cleofé, Noemí, Isidro, Eugenio… Todos ellos miembros de la asociación cultural “El escalerón”.
Sin duda, en nuestro país estos muchachos y sus familias, han encontrado el refugio y el hogar que les negó una cruenta guerra que está devastando su tierra.
Mordida existencial: Con el texto anterior quiero dejar constancia de la buena tarde que pasamos el viernes pasado en Oteruelo de la Valduerna con motivo de la entrega de los premios de microrrelatos “Tierra de Encinas”. La flamante ganadora, la escritora y poeta Nuria Antón, recogió su premio y nos leyó su precioso microrrelato. El premio infantil, fue para Mario, recogió el premio su abuela materna y leyó el exquisito y sentido microrrelato un emocionado Francisco Javier Toral. Pero hay que resaltar que todos los participantes del concurso tuvieron un premio especial. Un diploma rotulado a mano con plumilla por parte de Francisco Javier Toral. Un recuerdo lleno de arte para cada uno de los participantes.
Los pueblos algo apartados de las autovías y de los extrarradios de las ciudades, tienen que reinventarse y algunos consiguen ser un refugio de paz y de acercamiento a uno mismo y a los demás. Un buen ejemplo de ello es Oteruelo de la Valduerna. Hace unos tres años, algunos vecinos y amigos, propusieron hacer una asociación cultural para darle vida al pueblo y como refugio de costumbres, de tradiciones y de historia. En la primera reunión, estaban presentes diez vecinos, ahora ya son unos doscientos socios los que constituyen “El escalerón”
Además del concurso de microrrelatos, de distintos concursos de fotografía, y de encuentros en la biblioteca, este año han estrenado pendón. El día uno de noviembre, hacen un magosto que se ha convertido en fiesta y al que el pasado año, acudieron un sinfín de músicos y de personas que colmaron las expectativas de esta asociación, que está rescatando un precioso pueblo gracias a sus iniciativas culturales y populares. Un clarísimo ejemplo de que si se quiere, se puede.
Este verano no dejes de visitar Oteruelo de la Valduerna, está muy cerca de Astorga y en la urdimbre de sus piedras, se palpa calma, historia, amistad y muchas, muchas ganas de vivir y dar vida a los caminos de la rutina.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo