La liberación tuvo lugar en la vertiente asturiana de la zona occidental del Parque Nacional de los Picos de Europa el pasado día 5 de noviembre, alrededor de las 15:00 h., siguiendo el protocolo aprobado en la reunión del grupo de trabajo de oso cantábrico celebrada el 25 de septiembre en León, y que fue coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica, con la participación de cuatro comunidades autónomas.
Fue la culminación de una intensa jornada que comenzó temprano en las instalaciones de Valsemana (León), donde la osa estaba completando la fase de adaptación previa a la liberación en las instalaciones que había dispuesto la Junta de Castilla y León, con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica. Como en ocasiones anteriores un
equipo de técnicos de Cantabria, Castilla y León y Asturias, procedió a la anestesia de la osa en el cercado para la realización del último chequeo veterinario y la colocación del dispositivo de seguimiento a través de GPS.
Realizado este trabajo, el ejemplar fue introducido en el remolque especial de transporte y reanimado antes de comenzar el traslado. Durante el traslado un sistema de monitorización en tiempo real permitió comprobar a los técnicos el estado del animal hasta llegar al punto de suelta seleccionado. Una vez en este lugar, se permitió la salida de Saba, que se alejó
adentrándose en un bosque de hayas y robles. A partir de este momento, equipos de guardería coordinados por personal del Parque Nacional realizarán el seguimiento del ejemplar.
Con esta intervención se cierra un ciclo de actuaciones que de forma coordinada han desarrollado las comunidades autónomas Asturias, Cantabria, Castilla y León. Estas actuaciones comenzaron con el rescate en mayo de la hembra de oso pardo en las inmediaciones de Sabadia, término municipal de Santo Adriano. Tras los primeros cuidados intensivos que requirió el animal en Asturias, fue trasladado a las instalaciones de recuperación de fauna silvestre de Villaescusa, del Gobierno de Cantabria, donde se
consiguió la completa recuperación con un manejo especial para evitar el contacto de la osa con los cuidadores. Tras un chequeo veterinario que confirmó el buen estado del animal, en el mes de septiembre se trasladó a la finca de Valsemana de la Junta de Castilla y León,
que previamente había sido acondicionada para continuar la rehabilitación del ejemplar eliminando el contacto con los cuidadores. Este aspecto crítico ha sido controlado durante todo el proceso con la finalidad de minimizar la posibilidad de que este ejemplar se
habituara a la presencia humana y lo asociara a la alimentación, lo que dificultaría su reintroducción al medio natural.
Todas las intervenciones fueron planificadas y ejecutadas por los equipos mixtos de trabajo de las tres comunidades autónomas, con participación de personal técnico y de campo de estas administraciones. Esta intensa colaboración ha tenido el broche final con la liberación en el Parque Nacional de los Picos de Europa, que no sólo tiene un efecto simbólico de esta colaboración, sino que además cumple con un objetivo muy importante de reforzamiento del núcleo de población oriental de oso pardo.