El estudio sobre seroprevalencia del SARS_CoV-2 comenzará la próxima semana con el objetivo de ofrecer una imagen lo más real posible sobre el grado de expansión del virus en la sociedad española.
El Instituto de Salud ‘Carlos III’, en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística, ambos organismos dependientes del Gobierno de la Nación, comenzará a desarrollar la próxima semana el ‘Estudio nacional de epidemiología sobre la infección por SARS-CoV-2 en España (ENE-COVID)’.
El objetivo primordial de esta iniciativa es estimar la prevalencia de la COVID-19 mediante la determinación de anticuerpos frente al virus en el conjunto nacional, por comunidades autónomas y por provincias, además de por edad y por sexo; se trata, por tanto, de comprobar el grado de expansión del virus en la sociedad española, para lo que se estudiará el estado inmunológico de la población en relación con SARS-CoV-2.
La información que se obtenga se antoja imprescindible para orientar futuras medidas de salud pública relacionadas con el control de la COVID-19, ya que actualmente no hay una referencia clara sobre el total de infectados, tanto para el conjunto de la población española como a nivel local.
Por ello se espera que este amplio análisis seroepidemiológico proporcione estimaciones de prevalencia de infección presente o pasada -y el consiguiente estado inmunológico-, con suficiente precisión y, además, permita disponer de información continua sobre la evolución de la epidemia aún en curso.
En este sentido, conocer el número real o, al menos, una estimación lo más precisa posible del número de personas que han sido infectadas por el SARS-CoV-2 es fundamental para la adopción de medidas relacionadas con la actual fase de confinación social y su evolución.
Este estudio nacional de seroprevalencia se ha diseñado en oleadas, con varias semanas de duración, durante las que serán encuestadas unas 90.000 personas en todo el territorio español.
En la Comunidad de Castilla y León la previsión es que sean 10.140 personas las participantes, repartidas de la siguiente manera en cada una de las provincias castellanas y leonesa: Ávila, 1.020; Burgos, 1.200; León, 1.320; Palencia, 1.020; Salamanca, 1.200; Segovia, 1.200; Soria, 960; Valladolid, 1.380; y Zamora, 1.020.
Las comunidades autónomas, en el ámbito de la Atención Primaria, serán las encargadas de la realización de las analíticas y, en este caso, los profesionales sanitarios de la Junta de Castilla y León los que llevarán adelante este trabajo diseñado por el Ministerio de Sanidad.
Muestra censal
La encuesta censal es aleatoria y la unidad de estudio adoptada son los hogares, ya que se estima que es la fórmula más eficiente de incorporar participantes de todas las edades, acorde, además con las recomendaciones de la O.M.S.
Asimismo el análisis por grupo familiar permite monitorizar la trasmisión comunitaria, identificando los hogares que están libres de enfermedad en un primer momento y su evolución en el tiempo; y también facilita, posteriormente, desarrollar sub estudios específicos de posible transmisión intra hogar.
El Instituto Nacional de Estadística ha sido el encargado de seleccionar los hogares participantes, de tamaño medio y se plantea una muestra estratificada en dos etapas, que garantice la representatividad a nivel provincial, autonómico y nacional: un primer nivel de estratificación, referido a las 50 provincias españolas y las dos ciudades autónomas; y el segundo, referido al tamaño de los municipios dentro de cada provincia, agrupados en municipios de menos de 5.000 habitantes, de 5.000 a 20.000, de 20.000 a 100.000 y mayores de 100.000 habitantes.
En cuanto a la información sanitaria a obtener son dos las vías establecidas: por un lado, una encuesta epidemiológica, que recoja información necesaria en el grupo familiar para conocer la existencia de un diagnóstico previo de COVID-19, la presencia o antecedentes de síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo conocidos.
Como segunda intervención se desarrollarán determinaciones microbiológicas a los participantes, usando para ello dos test rápidos: el de detección de anticuerpos y el de medición de anticuerpos en suero.