Transcurrido un mes desde que se pusiera en marcha esta medida, los empresarios consideran que la limitación de velocidad no está bien implantada, que entorpece su actividad y que no deben imponerse sanciones hasta subsanarse las deficiencias detectadas.
La decisión del Ayuntamiento de León de rebajar la velocidad en el centro de la capital a 30km/h ha sido rechazada de forma unánime por el tejido empresarial leonés un mes después de su implantación. Los empresarios consideran que esta medida está dificultando el trabajo de muchos profesionales.
La Federación Leonesa de Empresarios (Fele) ha realizado una consulta interna que refleja que el 88,4% de los encuestados no están de acuerdo con la implantación de esta medida. El 75,5% asegura que se trata de una decisión que no ayudará a reducir la siniestralidad y el 87,7% que entorpecerá gravemente la actividad empresarial, especialmente entre aquellos sectores dedicados a la distribución, transporte urbano e interurbano o servicios a domicilio. Para estos profesionales el recorte en la velocidad máxima va a conllevar una pérdida de fluidez en el tráfico que supondrá, a su vez, retrasos para muchos vehículos de empresa, retrasos en la entrega de mercancías y, en definitiva, dificultades importantes en el acceso a la ciudad.
La decisión de limitar la velocidad ha sido implantada sin diálogo con los sectores afectados y con evidentes deficiencias desde el punto de vista técnico, tal y como defienden profesionales conocedores de la realidad vial como es el caso de los integrantes de la Asociación Provincial de Autoescuelas de León, por lo que es una medida que genera confusión y tiene dificultades de interpretación para los conductores.
Comisión de movilidad
En este sentido, la asociación de autoescuelas, integrada en Fele, ha mostrado su colaboración al Ayuntamiento de León remitiendo un escrito con una serie de propuestas destinadas a corregir las deficiencias detectadas en el nuevo plan de movilidad de la capital. Entre esas propuestas destaca la implantación de una señalización más adecuada en todas las calles donde se establezca la limitación a 30km/h; señalización de carriles especiales en color blanco y no amarillo, ya que estos se reservan, según el Reglamento General de Circulación, para otros cometidos. Asimismo, defienden que estos carriles especiales no sean compartidos por vehículos tan diferentes como autobuses, ciclos o vehículos de movilidad personal con el objetivo de evitar conflictos y accidentes, y que estos carriles sean señalizados adecuadamente, cuando corresponda, con marca vial discontinua para evitar riesgos y confusiones.
En definitiva, y con el fin de que esta medida beneficie a todas las partes y, a su vez, sea efectiva en el ámbito de la seguridad vial, Fele solicita al Ayuntamiento de León la creación de una comisión de movilidad en la que estén representados sectores afectados como taxis, asociación de transporte de mercancías y paquetería, asociaciones de transporte urbano e interurbano, de autoescuelas o de distribución de bebidas.
Para evitar que este tipo de medidas afecten al desarrollo económico de la ciudad, Fele insiste en que se han de tener en cuenta los criterios e intereses de los profesionales afectados, paralizándose, en todo caso, la implantación de medidas sancionadoras hasta diseñar un plan de movilidad en la capital que subsanase las deficiencias detectadas.