El último Acuerdo de la Junta de Castilla y León, publicado en la mañana del domingo 16 de agosto y que entró en vigor a las 00:00h del lunes 17 y que contiene medidas de restricción horaria y espacial en el sector hostelero y en el de ocio nocturno ha generado más tensión en un sector, el de las empresas de hostelería, que ya estaba al límite al ser uno de los más afectados por la pandemia Covid-19 y las sucesivas medidas de restricción aplicadas a su actividad desde el 14 de marzo.
A la nula respuesta por parte del Gobierno Autonómico a las peticiones, ruegos y propuestas presentados por las organizaciones sectoriales representativas y por la misma Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León HOSTURCYL hay que sumar la aprobación de medidas sin consenso alguno con el sector, que lo único que provocan son dudas en cuanto a su aplicación efectiva, malestar por la incertidumbre que generan y unas pérdidas económicas crecientes que aumentarán el número de autónomos y empresas que se verán obligados a cerrar.
No olvidemos que el sector genera cerca del 11% del PIB del territorio y sostiene miles de empleos directos. No se puede seguir generalizando y haciendo responsable a la hostelería de ser un foco de contagio. De cara al púbico, por parte de las autoridades sanitarias, se sigue señalando a nuestro sector como uno de los más importantes lugares de contagio. Es injusto y lo único que hace es provocar una pérdida de confianza del público que tiene como consecuencia agravar un problema económico cada vez mayor y que se lleva arrastrando 6 meses.
La hostelería es un sector responsable, y que tiene entre sus prioridades para el ejercicio de la actividad en este difícil tiempo, llevarla a cabo sujeta a las prescripciones de las autoridades sanitarias en la materia, luchando así para quitarse ese estigma que se le intenta imponer al tratársele como uno de los principales focos de contagio e infección. Fue el primer sector en cerrar ante el problema en el mes de marzo y ahora mismo el más preocupado en implementar, también porque está obligado a ello, las medidas sanitarias que las autoridades le están requiriendo.
Además, no olvidemos la potencia que la cadena de valor de la actividad hostelera y turística tiene en Castilla y León. La hostelería es el distribuidor de otros productos que forman parte de la economía local y que se está viendo afectada de manera directa. Ganaderos, agricultores, distribuidores, transportistas, comerciantes, productores, etc. ven como sus ventas caen porque se sigue condenando al sector que, en gran medida, da salida a los productos que crían, cultivan, fabrican y venden.
El Acuerdo de la Junta de Castilla y León referido genera dudas sobre las que el sector hostelero necesita aclaración inmediata. Dudas en la aplicación efectiva e igual en todo el territorio de la Comunidad, dudas en la aplicación en función o no de la categorización de los establecimientos, en la continuidad del servicio, en la prestación de servicios grupales… ¿un bar, una cafetería, un restaurante, etc. puede servir una copa hasta las 24:00h y un bar especial o un pub ni siquiera puede abrir? La normativa no es clara, porque no es clara tampoco la terminología empleada.
Y eso da lugar a confusiones, y éstas a malentendidos, y éstos a posibles molestias, quejas o lo que es peor, a expedientes sancionadores. ¿Qué es un bar de copas? ¿Qué es o a qué se considera un evento multitudinario?
Y algo más, más necesario incluso que lo anterior es la adopción de las cada vez más urgentes y necesarias medias compensatorias y paliativas desde la administración autonómica. A la hostelería de Castilla y León, de sus pueblos, de su ciudad, no le sirven los paños calientes ni las buenas palabras. Son muchas las empresas, las familias, las y los trabajadores que dependen de la actividad en nuestras nueve provincias, y no podemos permitirnos el lujo de prescindir de ellos abocándolos a un futuro incierto y tenebroso.
Nuestros mandatarios, nuestro Gobierno Autonómico está ahí para dar soluciones, no pueden pasar de largo por los problemas de los administrados, de tantos ciudadanos de Castilla y León. Si, la hostelería sabe que la protección de la salud es la prioridad. Es más, colabora en ello desde la primera hora cumpliendo los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias, adaptándose a todas las limitaciones impuestas desde el inicio de la pandemia (cierre obligatorio, limitaciones de aforo, limitaciones de uso de local cerrado, limitaciones horarias…) y en tantas ocasiones aportando solidariamente a los más desfavorecidos por esta crisis. Pero ahora es la hostelería la que está enferma y necesita la máxima ayuda posible. El bien del sector, su salud, es también la salud de Castilla y León. saber con claridad.