Izquierda Unida duda de la eficacia de las medidas tomadas.
Según Carmen Franganillo, coordinadora local de León y Violeta Navajo, coordinadora de la organización en San Andrés,” las medidas tomadas se muestran totalmente ineficaces y son fruto de la improvisación y de una actitud puramente estética. Los políticos que trabajan en las instituciones responsables están más preocupados por que parezca que hacen y por echar balones fuera que por hacer.” “Este hecho queda patente en los resultados obtenidos durante el cierre perimetral de las dos localidades, con un preocupante aumento de casos que se acercan en estas dos localidades a los 800 por 100.000 cartillas sanitarias.”
En cuanto a los recursos de León para hacer frente al avance de la enfermedad, desde IU señalan que “el 10 por ciento de las plazas de enfermería de la provincia están sin cubrir, dado que los contratos que aquí se ofrecen son demasiado precarios, la presión asistencial sobre Atención Primaria es demasiado fuerte, por falta de recursos, lo que repercute en la atención y satura las urgencias. Tampoco se utilizan técnicas para conocer precozmente dónde y cuándo van a surgir rebrotes, como puede ser el análisis de aguas residuales, a pesar de que supuestamente, la Junta se encargaría de ello desde el mes de octubre. A día de hoy, esos análisis, que según fuentes oficiales realiza SALEAL, no sabemos a quién se comunica, ni se han tomado medidas dependiendo de sus resultados, ni existe la más mínima transparencia al respecto.”
Para IU,”Las medidas en las localidades deberían haberse centrado en la pedagogía, para que la población siga mejor las normas. Además, se podría haber desdoblado aulas, trasladando parte del alumnado a los centros educativos semivacíos que tiene la capital, para evitar el hacinamiento en las aulas, el análisis del número de hospitalizaciones y la flexibilización de los medios para abrir camas UCIS, aumentar los medios para la atención primaria y en reforzar al máximo los rastreos, en limitar los contactos en interior entre no convivientes y en aumentar las inspecciones laborales para comprobar el cumplimiento de medidas, además de mayor frecuencia de autobuses para prevenir el hacinamiento en el transporte público, o en medidas de higiene en las localidades afectadas. Esto supondría una colaboración entre instituciones, imposible, por falta de voluntad política de unos y otro, y escuchar a las organizaciones que realizan propuestas, algo a lo que no se “rebajan”. Sin embargo, se culpabiliza a la población y se convierten las grandes urbes en lazaretos. A día de hoy se mantiene la incertidumbre sobre las medidas que se aplicarán mañana o la siguiente semana, con los confinamientos perimetrales y el toque de queda, lo cual causa en la población desánimo y falta de adhesión a las mismas.”
La organización se muestra preocupada por la noticia de que “el CAULE suspende las cirugías no urgentes. Lo más preocupante de este hecho es que las listas de espera aumentan, la atención a los pacientes crónicos es deficitaria y a esto se suma la falta de nuevos diagnósticos, lo que nos hace pensar que posiblemente ya esté habiendo más muertes por otras enfermedades o su agravamiento, que se podrían haber evitado, que por la COVID.” “A esto debemos añadir una nueva pandemia: la económica y social causada por la crisis económica que afecta a las familias y los graves problemas de salud que conlleva, debido a la falta de recursos. La Junta de CyL no está pagando las ayudas prometidas y que muchas personas solicitaron en su momento. Una vez más incumple sus promesas y eso afecta mucho a una provincia como la nuestra, que depende tanto del turismo.”
Izquierda Unida señala que, en medio de todo este caos, se autoriza un partido de fútbol con mil espectadores, todo ello sin que el alcalde de León haya solicitado a la Junta y al club un informe sanitario, y sin oposición al respecto. Si bien el campo de la Cultural tiene un amplio aforo, esto choca con el resto de medidas, las restricciones de todo tipo de aforos, los horarios y la prohibición de reuniones de más de seis personas.
Carmen Franganillo declara, para finalizar que “mientras se autoriza este evento, y no otros, se prohíben las visitas a las personas familiares de las residencias geriátricas. Es chocante que no se pueda visitar a la familia, con todo lo que conlleva para las personas internadas en estos centros, pero se pueda celebrar con público un partido de fútbol en una ciudad confinada. Quizás deberían revisar las prioridades.”