La nueva estructura de la PAC que se está configurando, va a traer consigo cambios con respecto a los antiguos esquemas, abordando el cambio climático como premisa, tal y como se ha visto reflejado en las estrategías de Biodiversidad y de la Granja a la Mesa.
Estas estrategías contemplan la producción ecológica como un elemento clave para su desarrollo. En España, entorno al 10% de la superficie agrícola está destinada a producción ecológica, lo que hace que nuestro país reúna las condiciones y la trayectoria idónea para liderar las estrategías.
Aún así, para alcanzar el 25% de producción ecológica en España para 2030, debemos sumar 4 millones de hectáreas más a las actualmente existentes (2.355.000 hectáreas). El diseño de la nueva PAC debe ser la herramienta que impulse la producción ecológica, contando con los presupuestos necesarios en el segundo pilar de la PAC y compatibilizándola con todos los ecoesquemas que se han planteado en el Ministerio de Agricultura.
La Fundación Savia le ha remitido una carta al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, abordando este asunto y afirman que “no sería conveniente ni justo que se quedase relegada en un ecoesquema específico, pues la producción ecológica integra todas las prácticas que ahora se recogen en los 9 ecoesquemas presentaados”, destacando que ésta “es una actividad agronómicamente productiva, económicamente rentable y medioambientalmente sostenible”.
La organización insta al Ministerio a actualizar y relanzar el plan de acciones para el fomento de la producción ecológica, poniendo mayor enfásis en el fomento del consumo de productos ecológicos a través de campañas y fomentando, a su vez, el consumo ecológico en la restauración pública.
También ha solicitado que “el sector de la Producción Ecológica esté más presente” en el proceso de elaboración del Plan Estratégico de España para la nueva PAC y en la definición de los ecoesquemas.
La entidad, finaliza su carta asegurando que “muchos son los condicionantes y presiones externas que pueden hacer que dicha oportunidad quede en nada, impidiendo que España cumpla con sus compromisos para el logro de la neutralidad climática de Europa en 2050”.