- La formación naranja demanda un “indulto fiscal” en la electricidad a los consumidores
“Una vez más, el gobierno central no hace política para las personas sino en contra de ellas”, ha advertido el portavoz de Ciudadanos, David Castaño, en referencia a la nueva factura de la electricidad.
La formación naranja ha defendido una iniciativa que tiene por objetivo demandar al Ejecutivo central un periodo transitorio en su aplicación, una campaña de información, modificar la base imponible del Impuesto sobre el Valor Añadido y el Impuesto eléctrico y reducir el IVA de la electricidad al tipo del 10%.
“El Gobierno de España vuelve a fallar”, ha afirmado. “Traspasa la responsabilidad del gobierno al consumidor, perjudicando a los que perciben una renta más baja”.
El portavoz de la formación naranja ha demandado en sesión plenaria responsabilidad al Gobierno, “porque la luz es un producto esencial, de primera necesidad. Un derecho de cualquier ciudadano recogido en nuestra Constitución”.
Castaño ha afeado la medida del Ejecutivo nacional y ha explicado que para para defenderse de las críticas del incremento de la tarifa eléctrica ahora la culpa no recae en el Sánchez y sus socios, sino en los propios usuarios.
“Desde hace más de 20 años la factura de la luz no hace más que subir y subir”, ha recordado, “reduciendo la renta disponible e incluso empobreciendo a los ciudadanos y provocando una pérdida de competitividad importante en el tejido empresarial”.
Al respecto ha puntualizado que el mercado “ineficiente”, camino entre el libre mercado y la planificación pública, “manda señales equivocadas, en dirección opuesta a la eficiencia”. Además, “trabaja en condición de oligopolio y genera brechas de mercado para impedir la libre competencia, con un traslado de toda su ineficiencia al consumidor, con el beneplácito del Gobierno”.
“La falta de distinción de los eslabones de la cadena de valor y la sobrerregulación fiscal, explican las continuadas subidas de la luz”.
Ante esta situación, la formación naranja ha demandado una evaluación del sistema antes de ponerlo en marcha, y el “indulto fiscal” en la electricidad a los consumidores.
Asimismo, apuesta por una transición inteligente, que impulse las energías renovables, que no cargue los costes de la transición sobre los hogares más vulnerables, así como por una auditoría de costes del sistema y de la factura de la luz con el fin de garantizar que los consumidores paguen sólo los costes directamente relacionados con el suministro.