- Laporte, Sarabia y Ferrán, además de Dubravka y Kucka en propia, fueron los goleadores.
La selección española de fútbol destapó el tarro de las esencias ante una Eslovaquia que fue la víctima de la venganza de los de Luis Enrique. Con el ‘run-run’ de las malas sensaciones de los primeros partidos, el conjunto nacional se tomó revancha con un contundente 0-5. Del manojo de goles, dos fueron en propia puerta y otros tres de Laporte, Sarabia y Ferrán.
Con un once con varias novedades (como Eric García y Azpilicueta, además del capitán Sergio Busquets), la presión de inicio fue la seña de identidad del equipo. Así, en el minuto 4, llegó la primera ocasión clara: gran primer toque de Gerard Moreno para Morata, que probó a Dubravka de primeras.
Los eslovacos, desesperados, replicaron a las ocasiones españolas con patadas, como una muy fea de Hromada sobre Koke. Tras la revisión del VAR, Kuipers vio el penalti (bastante evidente) y el encargado de tirarlo fue Morata. El delantero de la Juventus se mostraba confiado… pero lo falló. El portero le adivinó la intención y la afición de la grada, 12.580 espectadores, no se lo podía creer.Con un dominio incluso mayor que el de los partidos anteriores, España siguió perdonando a una Eslovaquia totalmente agobiada. Pedri, Sarabia, el propio Morata… Antes de la media hora ya se habían fallado cuatro ocasiones (contando el penalti) clarísimas. Lo surrealista del asunto es que el primer gol de España fue del portero de Eslovaquia.
Un disparo de Sarabia que se estrelló en el larguero acabó elevándose, con tan buena suerte para España y mala para Dubravka que al intentar despejar, se lo metió en la portería. El tanto dio aire a España, que se quitó de encima el agobio e incluso se permitió el lujo de bajar media marcha.
Sin embargo, al borde del descanso, llegó el primer gol del partido y esta vez fue en justicia total. Una gran jugada de fondo acabó en un centro de Gerard Moreno y Aymeric Jean Louis Gerard Alphonse Laporte se estrenó como goleador español con un magistral cabezazo que se coló por toda la escuadra. Justo antes del descanso, de los que suponen un golpe de moral para quien lo marca y un puñetazo en el estómago para quien lo recibe.
Sin cambios para la segunda, el guión fue el mismo, pero con España con ganas de venganza. Y no hay nada más peligroso que un español desatado, como demostró el equipo: una gran jugada culminó en un centro de Jordi Alba, marca de la casa, para que Sarabia enfilase su zurda con la que marcar el 0-3 y dar tranquilidad al equipo de Luis Enrique, que lo celebró a lo grande.
Con España desatada, el seleccionador metió cambios. El primero fue Ferrán Torres, que el primer balón que tocó fue para marcar el cuarto gol: jugada con Sarabia y taconazo con clase para apuntarse a la fiesta. Impresionante el tanto del futbolista del Manchester City. Con la Cartuja llevando en volandas a España y Eslovaquia totalmente hundida, el quinto cayó de maduro.
Esta vez fue otro recién entrado, Pau Torres, quien lo propició con un cabezazo a bocajarro que Dubravka despejó defectuosamente, dado que rebotó en Kucka y se lo acabó metiendo en su portería. Segundo en propia para Eslovaquia, quinto total para España.
Con Adama y Oyarzábal en el campo acabó el partido, que además coronó Sergio Busquets con el premio a MVP del partido. La mejor España posible surgió en el momento más importante. Próximo rival: la Croacia de Luka Modric.
DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO