La flamante nueva estación de tren de León continúa siendo un auténtico desastre. El ‘enterra-miento’ se quedó en un pequeño socavón, muy alejado del proyecto inicial que iba a ofrecer una solución a la división de la ciudad. Una división en dos pedazos provocada por las vías del tren y que lamentablemente sigue igual.
Lo peor es que pasan los meses y cada vez van peor las cosas.
La obra para el aparcamiento de coches, taxis y autobuses lleva mucho tiempo finalizada y sin embargo cerrada. Cada vez que llegan trenes se monta un jaleo de tres pares de narices, con decenas de coches aparcados en doble fila. ¿Por qué no se deja acceder al aparcamiento que ya está terminado? Seguramente que la respuesta sea que se espera a que lleguen elecciones, para que algún político venga a inaugurar y sacarse fotos.
Lo último es que, con la pandemia de covid-19 en plena escalada, hoy a las 13:00 horas la estación presentaba el aspecto que se puede ver en la foto. ¿Qué hacían tantas personas sin guardar distancia de seguridad, todas apelotonadas en el interior del vestíbulo?
La respuesta es sencilla: el acceso a los andenes estaba cerrado y los pasajeros han tenido que hacer larguísimas colas esperando. Al final, ni se ofrecían explicaciones, ni aparecían los guardias jurados que deberían revisar los equipajes …. en fin, el acostumbrado desastre de siempre.
Finalmente se abrió el acceso, y todos pasaron a carreras sin revisión de equipajes, sin distancias de seguridad ni nada.
¡Menudo caos de estación¡