En una reciente visita al paraje de Tablado, en la localidad de Alcedo de Alba, el concejal de la Unión del Pueblo Leonés en La Robla y alcaldable en las elecciones del próximo mayo, Felipe Moreira Alonso, junto con sus candidatos a dicha junta vecinal, José María Rodríguez Brasas y Mila Barros Calvo, denunciaron el evidente deterioro que presenta la escombrera de carbón de la extinta Hullera Vasco-Leonesa que allí se enclava, visita con la que quisieron llamar la atención sobre el elevado riesgo de colapso de esta infraestructura.
Según apunta Moreira, antiguo trabajador de la Hullera Vasco-Leonesa y buen conocedor del asunto, “en la escollera pueden apreciarse claramente numerosos bloques de piedra que sobresalen y que en algún momento terminarán cayendo, lo que mermará la capacidad de resistencia de este muro de contención y, por tanto, podría producir su ruptura”. Asimismo, advierte sobre “la catástrofe humana y ambiental que ello supondría, pues los treinta y cuatro millones de toneladas de finos y lodos que se estima que contiene discurrirían descontroladamente siguiendo el cauce del arroyo de Alcedo, anegando y destruyendo todo a su paso hasta desembocar en el río Bernesga”.
La citada escombrera data de 1977 y ocupa actualmente una superficie sobre plano de aproximadamente siete hectáreas sobre el Monte de Utilidad Pública nº 701 “Monte Grande y Tablado”, propiedad de la Junta Vecinal de Alcedo de Alba. Hasta su abandono en 2015, sirvió como lugar de acopio de los residuos procedentes del lavadero de carbón que la Hullera Vasco-Leonesa poseía en la misma localidad. Desde entonces, su gestión corresponde al administrador concursal conformado por la UTE “ABC Profesionales Concursales SLP-Lener Administraciones Concursales SL-Gesminle SL”.
Por su parte, José María Rodríguez, ingeniero de minas, afirma que, además del riesgo de colapso anteriormente descrito, la escombrera “se ha convertido en un vertedero ilegal”, en vista de la gran cantidad de residuos y desperdicios de diversa procedencia que se observan en los alrededores. También informa de que frecuentemente se detectan contaminaciones del arroyo de Alcedo producidas por “aguas negras procedentes de la escombrera” y de que “el acceso al túnel de desagüe construido bajo la escollera no está cerrado al paso de personal ajeno”. En su opinión, la precaria situación en que se halla la escombrera es resultado de la falta de monitorización de este depósito desde su abandono y que “si no restauramos el paisaje como es debido, terminará por ser un nuevo Aznalcóllar”, en referencia al desastre ecológico que asoló el Parque Nacional de Doñana en 1998.
Los tres coinciden en criticar la pasividad de la actual corporación local al respecto e instan a todas las partes implicadas (junta vecinal, ayuntamiento de La Robla, Junta de Castilla y León y administrador concursal) a ponerse inmediatamente de acuerdo para reclamar a la Unión Europea un trato y subvenciones similares a las que se están dando para restaurar otras escombreras de carbón presentes en nuestra comunidad autónoma. Y, concluyen, diciendo que “Alcedo de Alba posee un entorno natural tan privilegiado como maltratado durante décadas”, así como que “la seguridad de bardinos y roblanos está por encima de cualquier otro interés”.