Izquierda Unida León, representada por su coordinadora local, Carmen Franganillo, ha denunciado enérgicamente “el preocupante deterioro del Casco Histórico de la ciudad y la creciente gentrificación que está afectando a nuestros vecinos y vecinas”.

Según Franganillo, «el Casco Histórico de León, rico en historia y patrimonio cultural leonés, está siendo sometido a una transformación alarmante desde hace años, donde los intereses económicos están primando sobre el bienestar de la comunidad local». La proliferación de pisos de alquiler turístico y la especulación inmobiliaria están ocasionando la expulsión de los residentes, quienes se ven forzados a abandonar sus hogares debido a los crecientes costos de las viviendas, además del ruido, la suciedad y la falta de seguridad. Por si fuera poco, el barrio se encuentra en un lamentable estado de suciedad y los vecinos tienen múltiples problemas relacionados con la masiva afluencia de turistas.

Esta situación se agrava con la pérdida progresiva de pequeñas tiendas emblemáticas y tradicionales, las cuales son reemplazadas por negocios orientados al turismo de consumo. «El barrio húmedo, que solía ser un espacio de encuentro para la comunidad, para la hostelería tradicional y los mercados, ahora se ve invadido por pubs nocturnos, despedidas de soltero y turistas que buscan únicamente fiesta, alcohol y tapas, dejando de lado la riqueza cultural y social de nuestro entorno», añaden desde IU.

Entre las soluciones propuestas por Izquierda Unida León se encuentra la implementación de una ordenanza de terrazas más restrictiva, el control efectivo del ruido generado por la actividad nocturna, así como una mayor vigilancia policial para abordar el aumento de la violencia relacionada con estas problemáticas. En este sentido, se ha identificado la normativa municipal de control de la contaminación acústica como una herramienta fundamental para mitigar los efectos nocivos del ruido en el Casco Histórico.

Según la web del Ministerio de Transición ecológica, “La Regulación Básica del estado en materia de Ruido ambiental está formada por la Ley del Ruido (Ley 37/2003, de 17 de noviembre) y sus dos Reales Decretos de desarrollo. Estas normas trasponen la regulación europea (Directiva 2002/49/CE, sobre Evaluación y Gestión del Ruido Ambiental) a nuestro ordenamiento jurídico, pero tienen un mayor grado de ambición, estableciendo un marco común básico a nivel del Estado para abordar la contaminación acústica, más allá de las obligaciones establecidas a nivel de la Unión Europea.” Sin embargo, ni esa normativa, ni las ordenanzas municipales se cumplen de forma efectiva. Por ello, desde IU solicitan la creación de patrullas de policías de barrio que garanticen no sólo la seguridad de los vecinos, sino también el cumplimiento de esta normativa, y que hagan recorridos a pie, fórmula esta más cercana a la ciudadanía y más eficaz que las actuales fórmulas de vigilancia ciudadana.

Asimismo, Franganillo destacó que Izquierda Unida León ha mantenido una reunión esta semana con la asociación de vecinos del Casco Histórico para abordar estos problemas de manera conjunta y buscar soluciones que beneficien a toda la comunidad.

«Es imperativo que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad como garante de la conservación del patrimonio y su puesta en valor», afirmó Valentín Tomé, secretario de organización de IU, y que también estuvo presente en la reunión. «Es necesario recuperar espacios y actividades para la ciudadanía, promoviendo la participación activa de la comunidad en la vida del Casco Histórico».

En este sentido, Izquierda Unida León insta a las autoridades locales a tomar medidas concretas para revertir este proceso de deterioro y especulación, priorizando el bienestar de los residentes y la preservación del legado histórico de nuestra ciudad y su recuperación para el uso del común.