El Hospital ha puesto en marcha una unidad integrada por la psiquiatra Carmen Vilella Martín y la psicóloga clínica Ana Belén Fernández Silvar con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes en situación de final de vida, así como de sus familias • En este sentido, la doctora Luisa Cárdenas, especialista de Geriatría y Cuidados Paliativos, subraya que “la atención al duelo complicado requiere de terapia” e incide en la importancia de “no reducir el enfermo a su enfermedad, sino considerarlo como una persona que tiene sus preferencias y sus expectativas” • El centro médico-quirúrgico ha atendido en 2023 a 140 pacientes en fase terminal y a 92 en lo que va de 2024 con una estancia media por encima de los 16 días y medio.

 

Prestar asistencia a las personas que se encuentren en la fase final de su vida para eliminar el dolor físico de la propia enfermedad y, por otro lado, mantener el equilibrio emocional a la hora de enfrentar el momento de la muerte es el objetivo de unos cuidados paliativos que este sábado 12 de octubre celebran su día mundial bajo el lema ‘Diez años después de la resolución: ¿Cómo vamos?’. Y es que en el año 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a todos los países a “fortalecer los cuidados paliativos como parte del tratamiento integral a lo largo de la vida”.

 

En este contexto, el Hospital San Juan de Dios de León ha impulsado la atención psicosocial a personas con patologías avanzadas con la puesta en marcha de una unidad integrada por la psiquiatra Carmen Vilella Martín y la psicóloga clínica Ana Belén Fernández Silvar con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes que se encuentran en una situación irreversible, así como de sus familias.

 

“La demanda está ahí”, asegura la doctora Vilella consciente de que “es necesario aliviar su sufrimiento y acompañarles en él” cuando ya no se atisba una mínima señal de recuperación. “Desde un enfoque multidisciplinar, en el que Enfermería es un pilar fundamental, debemos proporcionarles herramientas para que puedan afrontar de la mejor manera posible sus últimos días”, explica en relación a un equilibrio emocional que es tan importante como el manejo del dolor y la disnea.

 

La doctora Luisa Cárdenas Cornejo, especialista en Geriatría y Cuidados Paliativos, subraya que “la atención al duelo complicado requiere de terapia”. ¿Pero cuándo el dolor por la pérdida se convierte en enfermedad? “La muerte de un familiar o de un ser querido de manera repentina o violenta aumenta el riesgo de sufrir un duelo patológico”, apostilla la doctora Vilella sobre una condición que es imprevisible en cuanto a su duración. Mucho depende de cada persona y de su realidad.

 

En su apuesta por la humanización, la doctora Cárdenas incide en la importancia de “no reducir el enfermo a su enfermedad, sino considerarlo como una persona que tiene sus preferencias y sus expectativas”. “La parte afectiva juega un papel muy importante para afrontar este proceso, porque son frecuentes los trastornos afectivos como la depresión sin olvidar la sensación de soledad de los pacientes y la sobrecarga del cuidador”, asegura una geriatra que, desde la empatía y sensibilidad que deben caracterizar a todo médico paliativista, subraya la importancia de “respetar los valores y deseos de los pacientes desde una visión holística”.

Y también de tener muy presentes a sus familiares, “la pieza más importante”. “Son los coprotagonistas en la atención, porque están al lado del enfermo día tras día y son un soporte emocional para ellos”. “Debemos cuidarlos a ellos también”, señala.

 

Cuidados paliativos más allá del cáncer

 

El Hospital San Juan de Dios de León cerró el año 2023 con 140 pacientes en situación terminal atendidos tras ser derivados del servicio de Urgencias y de la planta de Oncología del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE), así como de los equipos de soporte domiciliario del Sacyl. A ellos se unen un total de 92 en lo que va de 2024 con una estancia media por encima de los 16 días y medio. Pacientes en sus últimos días que no son solo oncológicos. Y es que cada vez hay más personas con insuficiencia cardíaca, respiratoria, renal y hepática sin olvidar a aquellas con enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) e ictus severos.

 

“La dificultad para llegar a los pacientes con procesos crónicos más allá del cáncer reside en que tienen una trayectoria clínica distinta, haciendo difícil identificar la situación terminal, así como un pronóstico incierto”, admite la doctora Cárdenas sin dejar pasar por una inequidad que hace necesaria una Ley de Cuidados Paliativos: “Hay un desconocimiento social y también una falta de inversión. No está cubierta la mitad de la población y hay comunidades autónomas que prácticamente no tienen este servicio”.