Hoy las migas que recorren el día son de tristeza. Una noticia que no me afecta directamente me ha dejado un peso triste posado en la nuca. Digo que no me afecta directamente, pero como si conozco a la persona, me afecta, y yendo más lejos, todo lo que le pase a cualquier ser en la naturaleza, nos afecta aunque seamos inconscientes de ello.
Voy al motivo por el que hoy se me ha posada la tristeza en el lomo. Una amiga me ha comentado que una persona del pueblo, está luchando en el camino de ida, contra una enfermedad que ni siquiera la medicina más avanzada puede frenar en ocasiones. Esa persona es joven, lleva enfrentándose años a la enfermedad y parece ser que el vacío está ya muy cerca.
Si, la tristeza me ha enganchado por los hombros y se me ha subido al pálpito de la vida. La tristeza se ha colado por entre los intersticios que van a dar al sentir y se me ha quedado en el regazo para que la meza como si fuera un ser que necesita ser mimado. Por eso hoy reivindico la tristeza, me da la gana de estar triste, además creo que la tristeza me une más con esa parte mía que no encuentra palabras para definir tantas cosas, tantas realidades, tantas maneras de ser y de sernos.
Hoy he hecho un pan de migas tristes y he ido saboreando migas del pan triste poco a poco, para no empacharme, que empacharse de tristeza puede dar un cólico. Pero la tristeza forma parte de nuestro ser, no acabo de entender eso de que hay que estar siempre alegre a tope, simpático a tope, acicalado a tope, etc. Estamos fabricados de muchos, retales y la tristeza, nos guste o no, forma parte del adeene humano. Cuanto más conscientes seamos de nuestras limitaciones, más podremos avanzar hacia un conocimiento de nuestro propio ser.
Lo siento, hoy el pan es un poco más duro, pero hay una solución; unas sopinas de ajo nos vendrán divinamente para que no se nos atragante la tristeza.
Lamiguería: El panorama mundial no está para tirar cohetes, pero con tristeza o sin ella, tenemos que vivir el presente, bañarnos de las caricias de quienes están cerca, hacer la vida más chula a los que nos rodean y desear que la paz llegue cuanto antes a Ucrania, a Gaza, al Líbano, y todos los lugares donde no tienen ni siquiera unas migas que llevarse a la boca.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.