El 31 de octubre de 1949 comenzaron las clases en el edificio actual tras abandonar la sede de la calle Serranos
Las Religiosas de La Asunción llegaron a la ciudad de León en 1942, tras la Guerra Civil, con el objeto de fundar el primer centro educativo que atendiera a las niñas leonesas, cuando ya había muchos colegios para chicos, pero ninguno para las féminas leonesas. Las religiosas comenzaron su actividad educativa en un edificio histórico como el Palacio de los Marqueses de Lorenzana en centro histórico de la ciudad.
Pronto ese edificio se quedó pequeño para la demanda de las familias leonesas que buscaban educar a sus hijas en la década de la postguerra y mientras seguían realizando su actividad educativa en la calle Serranos número 5, se desarrollaban las planificaciones y las obras del actual edificio del Colegio La Asunción de León.
El lunes 31 de octubre de 1949 comenzaron las clases con la incorporación de las alumnas a las aulas del edificio que se estrenaba en ese momento y se hizo una primera inauguración, pero las obras no estaban concluidas, principalmente la capilla, así como el portón de acceso a la finca y los dos edificios anexos a ese portón. La inauguración oficial de todo el complejo educativo se llevó a cabo el 8 de mayo de 1952 con presencia de los principales cargos civiles y religiosos de la época.
Desde hace 75 años el edificio se ha dedicado a la educación, tanto albergando aulas como sirviendo de residencia para estudiantes en diferentes fases, primero para las propias alumnas y después, en las últimas décadas, para universitarios. Como la mayoría de los centros educativos, desde la década de los 80 del siglo XX se convirtió en un colegio mixto, siendo concertado en todos los niveles e incluso siendo uno de los pocos de la ciudad que sigue teniendo el bachillerato concertado a día de hoy.
Trámites para su construcción
En una época en la que la ciudad de León se construían muchos edificios educativos, el nuevo Colegio de La Asunción comenzó su proyecto de construcción cinco años antes de que los primeros alumnos pisaran e inauguraran el actual edificio.
En 1944 se firmó la compra de un solar de más de 70.000 metros cuadrados, en lo que en aquel entonces eran las afueras de la ciudad de León. En el límite geográfico con Navatejera, en el llamado kilómetro 2 de la, como se conocía entonces, carretera de Collanzo.
Un año más tarde se pide el permiso de construcción al Ayuntamiento de León. El proyecto constructivo fue avalado por el aparejador Mariano González Flórez, que se haría cargo de la supervisión de la obra del edificio; mientras que el proyecto fue diseñado por los arquitectos Ramón Cañas del Río y Juan Torbado Franco ese mismo año 1945. El coste del edificio fue superior a los cuatro millones de pesetas de la época y probablemente se inició a finales de 1946 o comienzos de 1947. Durante dos largos años se desarrolló la construcción.
Características arquitectónicas del edificio
El cuerpo del edificio se vertebra en torno a la capilla del colegio, que ejerce de vertebrador como eje simétrico de un edificio que cuenta con dos cuerpos laterales en forma de L. En el interior se encuentran dos patios interiores a cada lado de la capilla. El resto de las dependencias son exteriores.
Es un edificio construido con muros de carga, principalmente de ladrillo, que permiten sostener la estructura de todo el edificio y especialmente la capilla abovedada. Estuvo proyectado un Salón de Actos que finalmente no se llegó a construir.
La fachada se compone de una estructura central que da acceso a la capilla compuesto por una escalinata de acceso al pórtico principal de triple arco. En la parte superior de la fachada encontramos una hornacina con la imagen de la Virgen y cuatro magníficas columnas corintias de gran tamaño. Las dos fachadas laterales son simétricas y tripartitas, el acceso está porticado con pilastras toscanas bajo terrazas abalaustradas, se accede por escalinatas independientes. El cuerpo noble cuenta con dos niveles de ladrillo y la modulación de huecos recercados.
En definitiva, un edificio de mediados del siglo XX proyectado siguiendo un lenguaje clasicista que da respuesta a las necesidades educativas y que sirve de avanzadilla para otros edificios educativos que se construirán después en la propia ciudad de León.