Es de esperar que, con el traductor simultáneo, logremos manejarnos con los prontuarios [-.- difundidos ya, así parece ser, por Finlandia, Suecia (“Om krisen eller kriget kommer”), Noruega, Dinamarca y Alemania -.-], destinados a dotar a la ciudadanía, de las respectivas Naciones, de un sistema de guía con un glosario de indicaciones/prevenciones /precauciones que, en llegado el caso ( y al modo de urgencia), les puedan, dentro de sus posibilidades, ser de amplia, eficaz y general utilidad. Estamos hablando, y para que quede enmarcado, de cinco países miembros de la OTAN.
Aquí (que igualmente somos miembros de la OTAN) y a la espera de algún manual parecido a los anteriores [-.- salvo que alguien cuente con algún de información que aún no ha sido divulgada, de que nosotros, precisamente nosotros, los del ala oeste europeo junto a nuestro fraternal Portugal 《° ya preguntaremos por Tras Os Montes y Beira al otro de La Raya con la hermana regionalidad leonesa °》, tenemos una especie de, llamémosle, ‘mágico paraguas protector’ que es indetectable por los ahora ignotos y/o, en todo caso, presuntos oponentes (¿?), el cual, y de forma que se presume automática, nos mantendrá, no solo a salvo de toda posible acechanza, si no completa indemnes y totalmente incólumes -.-].
Del otro aquí , seguimos ompactados con un más que traumatizante escenario, donde además de llorar, en la base del pueblo llano [-.- donde están las mimbres de la Nación Española -.-], a los fallecidos (tanto a los encontrados como a los aún desaparecidos) y hacerlo desde el cuasi sentir general ciudadano, con harta evidencia se ha instigado, ‘tanto por fas como por nefas’, la astracanante y antigua imagen del “adversarismo tensionista” (-.- que nos viene, en lo más próximo, del alrededor de los idus electorales del año 2004 ), que campea por la ancha red, haciendolo obviamente en pretensión, cual añagaza, de atraer como sea, ¡a toda costa!, la atención general.
A niveles más concretos, en esto de las proximidades de nuestros entornos convivenciales, población a población (por todas y cada una de las municipalidades habidas), estarían las preocupaciones que puedan estar albergando los ayuntamientos españoles [¡todos los restantes no inundados!], puestos a sopesar, y en caso de poder hacerlo, la lacerante realidad observada, en situación consciente con los pies en la tierra y en la concienciación interna de cada uno de ellos, en aquello “del que poder hacer (¿?) si”, en apareciendo “la cosa” y activado “el asunto”, esa hecatombe, llamémosle la “DANA’X”, la misma se pronuncia en una mastodóntica descarga “tipo XXXL”, ¡y de sopetón!, en su respectivo dominio municipal, con una masa acuifera tremebunda que, en ajuste de estimaciones, supondría, en lo se ha comentado en los medios de comunicación y en “la red’, una posibilista cantidad de agua estimada en ‘ocho veces superior’ al referente de “su local dato pretérito máximo histórico”.
Ya sabemos, de forma general, por aquello básico de nuestra instrucción educativa de primaria/secundaria {-.- cuando se sabía por cada cual, ¡y al dedillo!, dónde estaban todas las [15] regionalidades españolas e igualmente todas los cuencas hidrográficas (amén de ríos principales y de sus afluentes) de toda la península Ibérica -.-}, de las cuestiones orográficas y situaciones hidrologicas de la regionalidad valenciana (Hispania siempre destacó por sus montañas a lo largo del proceso histórico y los cursos de sus ríos más notables), así como de las variaciones climáticas entre las zonas del Mediterraneno y las del Atlántico e incluso el mesetario centro en sus dos submesetas.
Ahora estamos, se podría argumentar y en siempre respeto de otras consideraciones, en lo imprevisto de lo previsto, pero la información (¿?) que se ha ido difundiendo, en lo que hemos podido a vuela pluma atisbar, no asegura ( ¡al 100%!), que el vórtice de la previsible futura “DANA’X”, este yá, en lo que se pudiera presumir, con toda la matematización y modelización inherente, pretendidamente adjudicado, y por ende adscrito, en ‘su sí que sí’, con unas determinadas coordenadas, a los gentes y tierras españolas de la costa mediterránea, lo cual, podría dar en un imaginario tal vez, tanto si guste como si no gusta, otra variabilidad en un amplio campo de actuación a la misma.
Con el sistema de modelaciones, que hoy se utiliza en casi, y puede que sin él, todas las ramas del saber, es indudable que en el territorio español y dentro de él, en su parte peninsular ibérica, asoman las clásicas cinco zonas inundables [-.- que en estos días se han vuelto a (re)popularizar -.-], cuando se apliquen, en un suponer que apuntamos, las precipitaciones que se tenían como más altas, y por ende extremas, de los momentos anteriores a la “Dana’San Narciso” (del 29 de octubre), pero otra cuestión, y siempre manejándonos en lo hipotético, pudiera dar la impresión, que desde nuestras posiciones ciudadanas y no profesionales, se percibía como muy diferente, a lo que nos pareció, y su umbralidad tal como si fuera, por lo menos en la apariencia, completamente distinta de lo que, hasta ese concreto entonces, teníamos memorizado, cuando se hace la llamada a situaciones que, por lo que nos parece se ha difundido a través de los medios de comunicación, son ocho veces superiores.
Aquello de las [5] clásicas zonas inundables españolas, lo que ya teníamos de antes, es posible que, y en el rebase de las previsiones previas, tras el rebosamiento de lo prevenido en el desencadenante desarrollo sorpresivo y en grave extremo virulento del “29’O”, las haya por todos, por unos y/o por otros, indefectiblemente que repensar, ‘Doctores tiene la… ciencia’, en aras de estimar, así pudiera ser sí así pareciera, otras inesperadas y a la vez más potenciadas cotas de avenidas, de nivel super extraordinarias, que indudablemente, de forma lógica y por imposición obligada de los propios fenómenos meteorológicos (-.- que pueden pasar, eso se podría ir viendo (puede que con los cotejos modelizados), a ser ‘los típicos’ tras el ‘cambio climático’ que viene, ya de tiempo a, abriendose camino -.-), supondría ello, en la hipotesis de tal consideración, una importante, a la vez que impactante, modificación de las cotas de nivel preexistentes anteriores (y las consiguientes áreas geogŕáficas de expansión) que, en lo que se podía estinar hasta tal momento, daban oficial cumplida referencia .
Los planes hidrológicos de las cuencas y, en su seguimiento, los planes de ordenación urbana de todos los municipios, es posible que puedan seguir tal cuales, como si aquello que fue tan extraordinario de la “Dana’San Narciso” no hubiera tenido lugar o que, por el contrario, ello haya significado, por su propio impacto, un cambio en sí importante (puede que muy importante), y hasta trascendente, e implique, desde alguna posibilidad, una adecuación de variable incidencia en todos ellos. Los investigadores en la materia acuífera, que analizan los ciclos hidrológicos tienen ante sí, puede que a buen seguro, un importante reto a sacar adelante que, como hemos podido observar incide directamente en el mantenimiento de pervivencia de nuestros fraternales conciudadanos en todas y cada una de las [15] regionalidades de nuestra Nación Española.
Con independencia y salvedad de que, y en forma hipotética, pueda haber modificaciones en los PHC (los Planes Hidrológicos de Cuenca), para desterrar casualidades sobrevenidas como la de “29’O”, lo que tal vez pudiera asomar por la raya del horizonte es que los PGOU (Planes Generales de Ordenación Urbana), en cada municipio, no es vayan a ser remozados, pero pudiera ser que, a tenor de las imágenes vistas del día “29’O”, con la extrema gravedad de lo ocurrido y en la observable indefensión en la que se ha encontrado nuestra gente ante la magnitud de lo por ellos vivido, se puedan llevar a efecto cuantificaciones actualizadas sobre la verídica situación de todos los espacios (con el uso de los mismos) en consideración de inundables y sus tangenciales aledaños, en todos los cuales posiblemente habría que proceder, en evitación de males posteriores, a nuevas y, en todo caso, más prudentes previsiones.
Prosigue nuestra hermanada solidaridad con los afectados del ‘29’O” tras la “Dana’San Narciso”.
Francisco Iglesias Carreño
Del Instituto de Estudios Zamoranos
Florián D’Ocampo
VALORIO 24-11-2024