El teléfono sonó con eco e insistencia. Eran las seis de la madrugada. Sobresaltada, se levantó de la cama y se dirigió a la cómoda de la entrada donde dejaba el móvil. Con el corazón en un puño, acertó a decir:
-¿Diga? – ¿Podemos hablar con Don Bartolomé García French? –Oyó al otro lado. – Pero… ¿Pero quién le llama a estas horas? – Disculpe pero pertenezco al equipo de coordinación de trasplantes, acaba de llegar un riñón compatible con el de Don Bartolomé, y le llamo para que se prepare, dentro de una hora estaremos en el domicilio para recogerle. Como les hemos explicado, tenemos que seguir los pasos con celeridad para que todo funcione correctamente. – Disculpe, ahora mismo se lo digo, estaremos preparados. Muchas gracias.
El trasplante de riñón fue un éxito, gracias al donante del riñón, y como no, gracias a los muchos donantes de sangre, que con su solidaria y humanitaria labor, hacen posible que operaciones de gran envergadura, se puedan llevar a cabo.
Sin los donantes de sangre, no se podrían llevar a cabo la mayoría de trasplantes, por eso es necesario que nos mentalicemos de acudir a donar sangre periódicamente, si la salud nos lo permite. Además donar sangre, te permite renovar la tuya propia y dejar un poco de tu esencia en la bolsa que más vidas alimenta.
Mordida existencial: El pasado viernes, en Veguellina de Órbigo, hubo gran afluencia de donantes, como cada vez que la “Hermandad de Donantes de Sangre”, se acerca a recoger la sangre que las personas solidarias y consecuentes con su propia vida, tienen a bien dejar en la bolsa
Para los que no se han acercado aún a dejar un poquito de su rojo condimento vital, animarles a que no esperen. Su donación es necesaria ya que todos a lo largo de nuestras vidas, vamos a necesitar sangre por unas u otras causas, al menos si hemos donado, habremos colaborado a regenerar nuestra propia salud.
¿Qué pasaría si no hubiera donantes de sangre? Sería un caos, operaciones pendientes en listas de espera interminables, tratamientos para muchas personas en espera fatal, muertes prematuras por falta de los tratamientos en los que se utiliza la sangre, en fin, un verdadero caos. Esto nos debe hacer reflexionar y empujarnos a donar para que nadie pueda morir por falta de sangre.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.