El 27 de octubre de 1948, un grupo de cinco guerrilleros escondidos en la aldea de Castañeiras (Balboa), sostuvieron un encuentro con la Guardia Civil, del cual resultó muerto el número Sabas Andrés Salazar, logrando escapar los resistentes. Los cinco eran Manuel Gutiérrez Abella, natural de Paradaseca y huido desde julio de 1936; Dalmiro Alonso García, natural de Pobladura de Somoza (Villafranca), desertor del Ejército sublevado en 1937 y desde entonces unido a los grupos de resistencia; Pedro Lamas Cerezales, natural de Cantejeira y también unido a los grupos de huidos desde julio de 1936; Oliveros Fernández Armada (a) Negrín, natural de Traspena de Covas, Lugo, unido a los grupos guerrilleros un año antes; y Adoración Campo Canedo, unida a los grupos guerrilleros desde 1940, cuando un combate en su domicilio de Canedo, acabó con la vida de otros 5 resistentes.
Dos días después, y tras haber sido realizada la autopsia a los cadáveres, son enterrados en una fosa anónima del Cementerio de Villafranca del Bierzo, enterramiento que ha quedado registrado, al igual que los hechos sucedidos y el resto del procedimiento contra varios vecinos de la localidad, en el procedimiento judicial 495/48 de León, almacenado en el Archivo del Tribunal Militar nº 4 de A Coruña, con sede en Ferrol.