Santos espera de Herrera, como mínimo, el reconocimiento de la pérdida de calidad para comenzar a tomar medidas
Luis Mariano Santos Reyero ha preguntado esta tarde, en el Pleno de las Cortes, al presidente Juan Vicente Herrera, por la evolución de la sanidad rural en los últimos años.
Santos ha comenzado defendiendo “el necesario mantenimiento de los servicios públicos esenciales, como es la sanidad, en el medio rural.”
La galopante despoblación, el crecimiento vegetativo negativo y la pérdida de músculo productivo con elevadas tasas de desempleo; así como que las provincias cuentan con numerosos pueblos con pocos habitantes, dificulta mucho la prestación sanitaria en nuestros pueblos.
En los últimos seis años la asistencia sanitaria en los pueblos y zonas de salud ha empeorado, a lo que ahora se suma un claro envejecimiento de la plantilla sanitaria (en Zamora se estima que casi la mitad de los profesionales tendrán que acceder a la jubilación en los próximos 5 años). “Existe una grave dificultad para dar respuesta a las tasas de reposición con profesionales cualificados, ya que estos colectivos no quieren desempeñar su profesión aquí porque tienen peores condiciones laborales, en muchos casos pasan gran parte de su jornada laboral viajando de pueblo en pueblo, en la carretera, más que en el desempeño efectivo de su profesión, debido a una mala planificación y a la escasez de recursos humanos.”
El leonesista puso como ejemplo Sahagún, donde los profesionales deben desplazarse a cuatro pueblos en la misma mañana; o Sanabria, donde la bajas y vacantes no cubiertas dejarán más de 22 módulos de guardias sin cubrir y donde muchos profesionales han superado el número de horas de trabajo para todo el año; o la montaña leonesa, donde el servicio de pediatría de Cistierna, Gradefes y Riaño no se presta porque la profesional disfruta de sus merecidas vacaciones sin que nadie la sustituya.
Para Santos las principales razones de este problema radican en la concepción errónea de esta Comunidad, la mala negociación de la financiación autonómica y la falta de atracción de profesionales ante las peores condiciones salariales y laborales en la Comunidad, que no ayudan al tránsito normal de quienes sí deciden permanecer en los pueblos.
“Una realidad señor Herrera, si queremos mantener vivo nuestro mundo rural, ese que siempre defendemos y que decimos querer conservar, deberíamos mantener y mejorar un servicio esencial sin el que, evidentemente, nadie puede plantearse vivir en nuestros pueblos.”