El día 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje con el objetivo de concienciar a la población acerca de la utilidad de esta herramienta sencilla y al alcance de todos para la mejora del medio ambiente
Día Mundial del Reciclaje 2017
Entendemos por reciclaje el proceso por el cual un producto ya utilizado, en principio destinado al deshecho, es procesado para que pueda ser reutilizado, disminuyendo así el impacto medioambiental de nuestros hábitos de consumo. El vidrio, el papel y el metal son, por el momento, los materiales que más habitualmente se reciclan.
Una vía para la mejora en la práctica del reciclaje, es el conocimiento de los medios a nuestro alcance. Además de los habituales contenedores para el papel, los residuos y los restos orgánicos, existen los llamados «puntos limpios», en los que se recogen aquellos residuos que no pueden o deben ser arrojados a los contenedores de basura, ya sea por su volumen -muebles, escombros, chatarra…- o su peligrosidad. Éstos últimos, a los que se debe poner especial atención, son los tubos fluorescentes, los envases de productos higiénicos, los medicamentos caducados o las pilas y otros tipos de baterías entre otros.
Reciclar es darle una nueva vida a los envases, reduciendo el consumo de recursos y la degradación del planeta. Aquí te contamos los materiales reciclables más comunes de nuestro día a día:
Envases de plástico: Reducir su consumo, reutilizar y reciclar son las tres acciones básicas para reducir su impacto, ya que el plástico tarda alrededor de 700 años en degradarse. Por eso, es importante depositar en el contenedor amarillo las botellas de agua, de detergente, el bote de champú o las bolsas de patatas.
Briks: También podemos reciclar el brik de leche o de zumo depositándolos al contenedor amarillo y así conseguir darles una segunda vida.
Latas: Este tipo de envase está siempre presente en nuestra cocina. ¿Quién no tiene una lata de refresco o de conservas en el frigorífico? Las latas están compuestas de aluminio y se pueden reciclar un número ilimitado de veces. ¡Al contenedor amarillo!
Envases de papel y cartón: Revistas, periódicos viejos, caja de cereales, de zapatos… todos deben ir al contenedor azul para ser reciclados y ayudar a reducir la sobreexplotación de los recursos naturales.
Vidrio: Este material se puede volver a reutilizar mediante un proceso de lavado de desechos o a través de su fundición y puede ser reciclado al 100% una cantidad indefinida de veces. Para ello debemos separarlos del resto de materiales. ¡Al contenedor verde!
Pilas y baterías: Podemos encontrarlas a diario en el mando de la tele, el ratón del ordenador o en la maquinilla de afeitar y nunca debemos tirarlas a la basura con el resto de residuos. Tienen componentes altamente contaminantes, por lo que es muy importante llevarlas a los contenedores de residuos peligrosos que tengamos más cerca de casa o al punto limpio.
Otros: Electrodomésticos, aparatos electrónicos, bombillas, aceites usados… también se puede reciclar en los puntos limpios.
Fuente: Redacción Ambientum / ecoembes.com