La concienciación de los ciudadanos de Castilla y León en favor del medio ambiente se ve reflejada, año tras año, en el incremento de los porcentajes de reciclado, tanto de envases de plástico como de vidrio, lo que ha supuesto un incremento superior al 3,4 % y del 9 % respectivamente, según los datos de las entidades gestoras Ecoembes y Ecovidrio. Uno de los aspectos más destacados son las diferentes campañas para continuar incidiendo en los aspectos beneficiosos para el medio ambiente.
Un total de 106.751 toneladas de residuos de envases, papel y vidrio fueron reciclados por los ciudadanos de Castilla y León en el año 2016, según los datos de Ecoembes y Ecovidrio. Durante el día del hoy se celebrarán diferentes actos con motivo del Día Mundial del Reciclado en el PRAE de Valladolid.
La educación ambiental es uno de los aspectos más destacados en los buenos resultados de reciclado en la Comunidad. Iniciativas como la ‘Red de Colegios EducaEnEco’ ‘Camino del Reciclaje’, ‘Mr. Iglú RoadShow’ o la ‘Liga Peque recicladores’ están ayudando a aumentar la concienciación sobre los beneficios que para el planeta tiene el reciclado.
La economía circular es uno de los aspectos que más se está afianzando en la sociedad. La evolución de la conciencia ambiental está dejando a un lado la economía lineal -usar y tirar- y se está apostando por este nuevo modelo que busca implementar los propios flujos de la naturaleza, para así cerrar los ciclos productivos y conseguir la máxima eficiencia y sostenibilidad. Con este modelo se pueden ahorrar grandes cantidades de recursos naturales al utilizarse en los procesos de producción materiales reciclados.
Durante el pasado año cada castellano y leonés depositó once kilos de envases de plástico, latas y briks -una media de 970 envases- en el contenedor amarillo y 17,9 kg de papel y cartón, contenedor azul, lo que supone un incremento respecto a 2015 del 3,7 % y del 3,4 % respectivamente.
El iglú verde recogió un total de 44.175 toneladas de vidrio de los ciudadanos de la Comunidad, con una media de 18 kg por habitante -alrededor de 68 envases de vidrio-, cerca de dos kilos por encima de la media nacional. Los datos representan un importante crecimiento del 9 % respecto al año anterior.
Educación ambiental
Uno de los factores que está influyendo positivamente en la mejora de las ratios de reciclado es la educación ambiental. En las Casas del Parque, distribuidas por los diferentes Espacios Naturales de la Comunidad, se incide especialmente con el desarrollo de actividades que pongan en valor los materiales reciclados, con el fin de que los más pequeños interioricen que el residuo es un recurso.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente también ha participado activamente en el proyecto ‘Camino del Reciclaje’ en el que Ecoembes ha conseguido introducir el reciclado en el Camino de Santiago Francés en un total de 131 albergues de Castilla y León.
La ‘Liga Peque Recicladores’ es un reconocimiento al esfuerzo de los escolares de la Comunidad que desde marzo de este año están participando en una iniciativa, lanzada por Ecovidrio en colaboración con la Junta, que busca incentivar el reciclado de vidrio.
Plan Integral de Residuos en la Comunidad
El Plan Integral de Residuos en la Comunidad (PIRCYL) fue aprobado mediante el Decreto 11/2014, de 20 de marzo, y constituye el instrumento de planificación y ordenación en el ámbito de residuos en la Comunidad, en el que se aplican los nuevos principios rectores de la gestión de los residuos. Además, incide especialmente en la mejora de la prevención en la generación de residuos, mediante la incorporación de un Programa de Prevención de Residuos.
Este plan tiene un marcado carácter integrador al abordar en un único texto la totalidad de los flujos de residuos generados en la Comunidad Autónoma y amparados por la Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, e intensificar el carácter transversal de las acciones bajo el prisma de una política que considera al mismo nivel los aspectos ambientales -principalmente focalizados en la prevención-, económicos y sociales.
El PIRCYL se estructura alrededor de dos programas transversales –comunes a todos los flujos de residuos-, y cinco programas verticales -para categorías de residuos diferentes-.