El Boletín Oficial de Castilla y León publicará el próximo lunes la Orden por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas para la realización de acciones de formación profesional y adquisición de competencias en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 y del Plan Anual de Formación Agraria y Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura y Ganadería, que contará para todo el periodo de programación con 4.600.000 euros.
La Consejería de Agricultura y Ganadería destinará este año 729.200 euros en ayudas a promover el ‘Apoyo a las acciones de formación profesional y adquisición de competencias’, como recoge el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León para el periodo 2014-2020 y en el marco del Plan Anual de Formación Agraria y Agroalimentaria, que cuenta para todo el periodo de programación con 4.600.000 euros. Se trata, de esta manera, de mejorar la capacitación profesional del sector agrario (agrícola, ganadero y forestal), atendiendo especialmente a los jóvenes que van a incorporarse al sector, de forma que les permita afrontar las propuestas de innovación y tecnificación, y mejorar la eficiencia y competitividad de sus empresas.
Estas ayudas tendrán como objeto, además, facilitar a los profesionales del sector agroalimentario los conocimientos necesarios que posibiliten una gestión eficiente y de calidad de las empresas agroalimentarias, así como proporcionar la formación requerida por la normativa para el desempeño profesional de determinadas actividades relacionadas con el sector agrario; incrementar la formación sobre la óptima gestión de los recursos –agua, energía, fertilizantes y fitosanitarios–, la gestión integrada de plagas y los sistemas sostenibles de producción como la agricultura ecológica; fomentar la diversificación económica y la creación de empresas y empleo en el medio rural, potenciando el aprovechamiento de los recursos locales; contribuir al desarrollo de las áreas prioritarias y objetivos transversales del PDR –medio ambiente, innovación y cambio climático–, así como a la consecución de los objetivos del Plan Anual de Formación de la Consejería de Agricultura y Ganadería; y cumplir las previsiones de la reglamentación comunitaria sobre la integración de la perspectiva de género en la ejecución de los programas financiados con fondos estructurales de la Unión Europea, con la incorporación de todos los aspectos específicos relativos a la mujer en el sector agrario en la programación de las acciones formativas.
Podrán ser beneficiarios de estas ayudas los prestadores de los servicios de formación que sean entidades, organizaciones o personas jurídicas directamente relacionadas con el sector agrario, el agroalimentario y el medio rural. Y los destinatarios de esta formación serán, de manera prioritaria, jóvenes y mujeres que hayan presentado una solicitud de ayuda a la instalación o a las inversiones en explotaciones agrarias; o bien personas que hayan recibido alguna de estas ayudas de modernización en los últimos cinco años; así como aquellos que desarrollen sus actividades en los sectores agrario, agroalimentario y forestal, incluidos titulares de explotaciones compartidas y agentes económicos que constituyan una pyme activa en el medio rural; y personas interesadas en desarrollar e incorporarse a la actividad agraria, así como a los sectores forestal y agroalimentario.
La temática de las acciones formativas deberá estar relacionada con los sectores agrario, forestal y agroalimentario, así como con el medio rural. De este modo, se incluirán cursos de incorporación a la empresa agraria para jóvenes agricultores, formación para obtener o renovar el carné de usuario profesional de productos fitosanitarios, nivel básico y cualificado, y formación para obtener el certificado de bienestar animal, en sus distintas modalidades. También deberán impartir formación relacionada con los sectores estratégicos para la Consejería de Agricultura y Ganadería, en los ámbitos de la producción, transformación y comercialización, como son el ovino-caprino, vacuno, porcino ibérico, patata y cultivos hortofrutícolas, remolacha, herbáceos de alto valor (trigo de calidad y de alta fuerza, colza, girasol alto oleico y guisantes proteicos), viñedo y vino; formación sobre producción ecológica, conservación y mejora del medio ambiente, gestión forestal, agroambiente y clima; y sobre gestión y uso eficiente de los recursos agrarios (agua –de forma prioritaria–, suelo, energía, fertilizantes, fitosanitarios, entre otros).
En cuanto a las modalidades de las acciones formativas, podrán ser cursos con una duración mínima de quince horas o jornadas con una duración de entre cuatro y catorce horas.