Los Centros de Recuperación y Recepción de Animales Silvestres (CRAS) constituyen una estructura complementaria a la política de conservación de la fauna silvestre castellana y leonesa. Su labor consiste principalmente en la curación y rehabilitación de los ejemplares enfermos o debilitados que entran en el centro como consecuencia de un accidente o incidente, con el fin de que puedan ser devueltos en las mejores condiciones a su hábitat natural. En el año 2016, los centros recibieron un total de 4.589 animales; el 52 % de los que entraron vivos fueron liberados.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado esta mañana uno de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres que existen en la Comunidad para comprobar de primera mano la labor que se realiza con los animales salvajes que ingresan.
En la actualidad, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente –a través de la Fundación Patrimonio Natural- gestiona cinco centros de estas características que desarrollan una labor en la conservación y la fauna silvestre de la Comunidad y que están divididos en: dos Centros de Recepción de Animales Silvestres (CRF), situados en las provincias de Salamanca y Zamora; y tres Centros de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), en las provincias de Burgos, Segovia, Valladolid. A ello hay que añadir la colaboración a través de un convenio con el Hospital de Fauna de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León para el tratamiento de los ejemplares que lleguen desde esa provincia.
La diferencia entre los CRF y los CRAS es igual a la que existe entre un ambulatorio y un hospital de humanos. En los centros de recepción se atiende a los ejemplares y se determina si pueden recuperarse con tratamientos no quirúrgicos y si en un plazo breve de tiempo pueden volver al medio mediante realimentación o con la recuperación de sus contusiones. En caso de que requieran de un tratamiento de mayor intensidad o sean cadáveres que requieran necropsias, se enviarán a los centros de recuperación.
Además, en los CRAS también se realiza una vigilancia epidemiológica, en colaboración con la Consejería de Agricultura y Ganadería, que consiste en la permanente vigilancia de la salud de las especies silvestres, así como en campañas específicas como la de la gripe aviar. A su vez, los CRAS cuentan con una dotación de medios materiales y humanos completa y en ellos se realiza diagnóstico de causa –incluyendo radiología y analítica de serología-, tratamientos veterinarios, intervenciones quirúrgicas, UVI, áreas de necropsia para la determinación de las causas de la muerte, así como áreas para la colaboración activa y pasiva del Plan de Vigilancia Sanitaria Permanente de Fauna Silvestre.
Para el desarrollo del trabajo que se realiza en los centros de recuperación y recepción de fauna es importante la labor de los agentes medioambientales, ya que en gran medida son ellos quienes localizan a los animales con necesidades y los trasladan a los centros para su atención. Asimismo, se complementa la labor con la colaboración de la Guardia Civil-Seprona, Policía Local y Nacional, y los ciudadanos que colaboran en la conservación de estos animales.
Las acciones de liberación y reintroducción en el medio natural son realizadas exclusivamente por el personal de la Junta de Castilla y León que realiza las sueltas en los lugares más próximos a la recogida y en las épocas más adecuadas para garantizar el éxito de la reintroducción.
Datos de ingresos en el año 2016
Durante el pasado año, la red de centros recibió a un total de 4.589 ejemplares, siendo los de Burgos (1.975) y Valladolid (1.587) los que mayor número de animales acogieron en sus instalaciones.
En cuanto a la clase faunística, las aves, con 3.465 ingresos, el 76 %, representan el mayor tipo de animales ingresados en estos centros, seguidos de los mamíferos, con 910 ejemplares, el 20 %.
La procedencia de los ejemplares ingresados está muy relacionada con las provincias que cuentan con su propio centro de recuperación o recepción de fauna. De esta manera, más del 50 % de los ejemplares ingresados procede de las provincias de Burgos y Valladolid.
Un total de 3.345 ejemplares, el 73 %, han sido recogidos y entregados en los CRAS por personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. En cuanto a las especies, el buitre leonado, la cigüeña blanca y el cernícalo vulgar constituyen el mayor número de animales que han ingresado en los CRAS.
Las causas fundamentales han sido traumatismos de diversa índole y el ingreso de pollos de gran variedad de especies que se han caído de los nidos, tanto en el campo como en cascos urbanos. Más del 52 % de los animales que entraron vivos fueron liberados en perfectas condiciones, siendo el objetivo final de los centros de recogida y recuperación.
Datos de ingresos en el año 2017 en el CRAS de Burgos
El actual Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, situado en la localidad de Albillos, es el más grande de los existentes en la Comunidad y cuenta con más de 16.300 metros cuadrados dentro de una parcela de 47.000 m2 que permiten, si se considera necesario, ampliar el centro en un futuro. Este CRAS tiene una plantilla de una veterinaria especializada en fauna silvestre y tres cuidadores con experiencia en el manejo de animales silvestres. Las instalaciones permiten atender, simultáneamente, a 100 aves y 25 mamíferos, siendo centro de referencia para las provincias de Burgos, Palencia y Soria.
Las nuevas tecnologías aplicadas al cuidado de la fauna también tienen cabida, al igual que la utilización de energías limpias, como la biomasa, en la generación del calor/frío con el que se aclimata el edificio y optimizando la luz natural para su iluminación.
Uno de los aspectos más destacados es la zona de voladeros. En total son 17 que van desde los 20 metros hasta los más pequeños de 5 metros. Esta variedad de las instalaciones permite al equipo veterinario organizar la recuperación de las aves en función de sus lesiones. Contar con diferentes tamaños y alturas en los voladeros les permite organizar la fase de rehabilitación en función de la especie y sus necesidades específicas: aumento de musculación, perfeccionamiento del vuelo o valorar su evolución, entre otras. En su diseño se tuvo en cuenta su posible incorporación al programa de conservación ex-situ, reservándose una superficie para la posible construcción de dichas instalaciones.
Entre los años 1999 y 2016, este CRAS ha recibido un total de 22.686 entradas, de las cuales 4.812 corresponden a ejemplares de visón americano procedentes de las campañas de descaste desarrolladas en esa provincia, con el fin de preservar el área de distribución del visón europeo de la presencia de la especie exótica invasora, siendo el objeto del ingreso el control epidemiológico de dichos ejemplares.
Hasta el 31 de julio de este año, el centro ha acogido un total de 1.555 entradas, lo que representa un 24,5 % más que el año pasado en la misma fecha -1.174 en 2016-. De los animales que entraron con alguna lesión, se ha liberado al 50,91 %, permaneciendo en fase de recuperación en el CRAS un 30,4 %.