Una comunidad autónoma dentro de España y con Barcelona como su capital, pero sin ser parte de Cataluña: bienvenidos a Tabarnia.

¿Nunca has oído hablar de ella? No te preocupes, es normal.

Tabarnia solo existe en redes sociales, aunque llegó a ser trending topic mundial en Twitter el 26 de diciembre, solo cinco días después de las elecciones regionales en Cataluña.

Esos comicios fueron ganados por Ciudadanos, un partido contrario a la secesión, pero las formaciones independentistas lograron una mayoría de escaños en el nuevo parlamento.

El éxito en redes de Tabarnia y su capacidad de generar un encendido debate es un nuevo reflejo de la polarización política actual en esta región de España.

Pero, ¿qué es Tabarnia?

La súbita notoriedad de #Tabarnia nos ha cogido con el pie cambiado. Los promotores no estamos preparados para salir en medios todavía. Estamos trabajando en un proyecto sólido. Dice uno de sus promotores

Es una comunidad autónoma imaginaria cuyos límites incluirían parte de las provincias de Barcelona y Tarragona, una vez independizadas del resto de Cataluña.

Aunque sus creadores aseguran que la propuesta es seria, la mayoría lo ha entendido como una sátira destinada a ridiculizar el ideario de los independentistas catalanes.

Si Cataluña debe independizarse de España porque es una entidad claramente diferenciada económica, cultural e históricamente, entonces Tabarnia tiene que separarse del resto de Cataluña por las mismas razones.

«Existe una Cataluña rural, mayoritariamente independentista, basada en una economía local, obsesionada con la identidad y hostil a la lengua castellana» y de otro lado «una Cataluña cosmopolita, orgullosamente bilingüe, urbanita, multicultural e intensamente conectada con el resto de España y Europa», explica la plataforma Catalonia is not Spain (Cataluña no es España), a la que se le atribuye la creación del concepto.

Esta otra Cataluña, que en su opinión está silenciada por los medios de comunicación públicos catalanes, es Tabarnia.

Tabarnia produce la mayor parte de los recursos de Cataluña, pero recibe en proporción menos inversión, aseguran los seguidores de esta idea.

Además, por la ley electoral, los votos de sus habitantes «valen» menos que los de las zonas más rurales de Cataluña.

Y mientras que en las provincias de Lleida y Girona los independentistas superaron el 60%, estos son minoría en las zonas costeras de Barcelona y Tarragona.

Tabarnia es un acrónimo de Tarraco y Barcino (los nombres de las ciudades romanas) y su territorio incluiría las capitales y comarcas metropolitanas de Barcelona y Tarragona.

Los defensores de Tabarnia dicen que «Cataluña espolia a Tabarnia», aseguran que «si Tabarnia fuera independiente, la Sagrada Familia hubiera sido terminada hace tiempo» o que «la Cataluña subvencionada vive de la Tabarnia productiva».

El portavoz de la iniciativa, Jaume Vives, aseguró en una entrevista a EFE que «aunque su fuerza es el humor, va en serio y se está trabajando en su viabilidad».

Aunque también dijo que «el objetivo no es la separación de la separación, sino que los independentistas se vean reflejados en el espejo y se den cuenta de lo que han estado haciendo durante años. Por eso utilizamos sus mismas frases y les damos la vuelta».

Tabarnia generó reacciones de todo tipo en los últimos días. La líder de Ciudadanos y vencedora de las elecciones, Inés Arrimadas, aseguró que «lo de Tabarnia es una ocurrencia que pone al independentismo ante el espejo de sus propias contradicciones y de la fragilidad de sus argumentos».

«Mucha broma con Tabarnia, pero tiene el mismo número de reconocimientos internacionales que la República Catalana», afirmó un tuitero.

En el bando independentista, algunos mostraron su indignación. Por ejemplo, el adjunto al alcalde de la localidad de Berga, Francesc Ribera, criticó el «intento etnicista de balcanización del conflicto entre Cataluña y España», en referencia a la región de los Balcanes y las guerras de Yugoslavia.

El diputado de la formación independentista ERC Gabriel Rufián tuiteó: «Tabarnia una, grande y libre», en referencia al conocido lema de la España franquista.

Analistas y politólogos también dedicaron tiempo a analizar el concepto. Y por ejemplo en un artículo en el diario El País, el politólogo Jorge Galindo aseguraba que «Tabarnia es un chiste, sí, pero uno bueno».

«Demuestra que es imposible defender la independencia sin pasar por el nacionalismo».

www.bbc.com

 

P.D.: desde la redacción de www.esleondiario.com recordamos que esta misma idea ha sido expuesta en nuestro diario en el artículo: “El alcalde que quiso ser rey” que, con fecha 18 de septiembre de 2017, se ha publicado en este periódico: https://www.esleondiario.com/2017/09/18/el-alcalde-que-quiso-ser-rey/ , y cuyo autor es nuestro colaborador Angel Lorenzana Alonso