La organización agraria ASAJA se reúne esta tarde con ganaderos de la comarca de Babia, en la localidad de San Emiliano, dentro de los actos de la campaña de las elecciones agrarias del próximo domingo día 11. ASAJA pide que en la zona de influencia del Parque Natural de Babia y Luna se haga compatible la actividad ganadera con los valores de esta figura de protección, y se establezca una financiación que permita compensar todos los daños que la fauna salvaje ocasiona tanto en los animales como en los prados y otras tierras de cultivo. ASAJA denuncia que los ganaderos tienen más dificultades legales para construir naves y apriscos para el ganado, para hacer infraestructuras rurales como caminos y accesos, para cercar los pastos, y que además los costes son mayores debido a las normas urbanísticas que impone la figura del parque natural.
ASAJA defiende la ganadería del equino de carne de raza Hispano Bretón, que tiene en la comarca de Babia su principal núcleo de censos. La ayuda agroambiental a razas autóctonas en peligro de extinción es imprescindible para el sostenimiento de la actividad, como lo es la del pastoreo extensivo, por lo que ASAJA pide a la Junta que se convoquen regularmente todos los años.
Una de las principales preocupaciones de los ganaderos de vacuno de carne en extensivo es el desarrollo de las campañas de saneamiento ganadero. En esta materia, ASAJA pide que el saneamiento ganadero se haga exclusivamente por los veterinarios oficiales -como garantía de imparcialidad-, que se compense a precios de mercado por los animales que haya que sacrificar positivos a las enfermedades objeto de erradicación, que se tomen medidas para evitar el contagio de los animales salvajes a la cabaña ganadera, y que se utilice más sentido común y menos dictadura cuando se decreta el aislamiento de rebaños en los que se ha detectado algún animal positivo. La exigencia de ASAJA fue determinante en su día para aprobar la autorización de cebaderos conocidos como “cebaderos sucios”, a los que se pueden vender animales desde explotaciones que tienen restringido el movimiento por problemas sanitarios.
ASAJA aprovechará la visita a Babia para seguir criticando a la Junta de Castilla y León por su cicatería en las ayudas a zonas con limitaciones naturales en zonas de montaña, ya que tiene establecidos importes muy inferiores a los de las comunidades autónomas limítrofes, con un máximo de 2.480 euros por explotación. ASAJA pide que a los ganaderos de Babia y Luna, que están bajo la figura de protección del parque natural, se les concedan las ayudas a “zonas de montaña con limitaciones especiales”, como se le conceden en la actualidad a los del Parque Nacional de Picos de Europa, y que suponen importes mayores.