Se trata del tercer ataque dirigido contra políticos y sus seguidores, a menos de dos semanas de los comicios generales que se celebrarán el 25 de julio
Al menos 70 personas han muerto y otras 120 han resultado heridas en un atentado suicida durante un mitin electoral en la ciudad de Quetta, ubicada en el suroeste de Pakistán, según ha indicado el ministro de Salud, Faiz Kakar. En el ataque ha fallecido uno de los candidatos en las elecciones, Siraj Raisani, líder del partido Balochistan Awami (BAP). Raisani fue trasladado en estado terminal a un hospital cercano, donde los médicos no pudieron hacer nada para salvar su vida. Se da la circunstancia de que un hijo de Raisani, de 14 años de edad, falleció en un atentado terrorista en julio de 2011 en esta misma localidad. Según la policía, más de mil personas estaban en el mitín de este político cuando ha sucedido la explosión, reivindicada por Estado Islámico en un escueto comunicado difundido por la agencia Amaq, afín a este grupo terrorista, y cuya autenticidad no pudo ser aún verificada.
Se trata del ataque más importante en Pakistán en más de un año y el tercero dirigido contra candidatos en las elecciones que se celebrarán el próximo miércoles 25 de julio. El primer atentado se produjo el martes en Peshawar, con al menos 20 víctimas mortales, en otra explosión suicida en la que se da la circunstancia de que también ocurrió en un mitin, este del Partido Nacional Awami (ANP), y que se llevó la vida de uno de sus miembros, Haroon Bilour. El fallecido era un influyente político local cuyo padre, Haroon Bilour, también murió en otro atentado suicida en 2012. Además, a primera hora de hoy, fallecieron otras cuatro personas y 39 resultaron heridas por otro ataque contra el líder del partido Jamiat Ulema Islam, Akram Khan Durrani, en Bannu, al norte del país, cerca de la frontera con Afganistán.
Los ataques se producen en medio de las tensiones por el retorno hoy desde Londres del ex primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, condenado la semana pasada a 10 años de cárcel por corrupción, y su hija Maryam, que recibió una pena de 7 años. Sharif, de 68 años y figura clave de la política pakistaní durante las últimas cuatro décadas, apareció en los llamados Papeles de Panamá, lo que le obligó a dejar el cargo el año pasado. Tanto Sharif como su hija negaron las acusaciones y se espera que recurran. Ambos dejaron hoy Londres donde Kulsoon, esposa de Nawaz y madre de Maryam, estaba siendo tratada de un cáncer cuando el mes pasado sufrió un infarto que la dejó en coma.
via: Agencias