La fase de intensificación ha tenido lugar del 1 al 31 de agosto.
La principal labor de la Guardia Civil ha sido la comprobación de microchip y el cumplimiento de normas sobre animales potencialmente peligrosos.
La Guardia Civil a través de sus nueve Comandancias distribuidas por toda la Comunidad Autónoma, ha dado por finalizada la primera fase de intensificación de servicio, relativa a la OPERACIÓN CAN, y que se ha llevado a cabo del 1 al 31 de agosto del presente año.
La mencionada Operación tiene por objeto el control y comprobación del uso del correspondiente microchip en los cánidos así como especialmente, el cumplimiento de las normas sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Castilla y León.
En la misma han tomado parte especialmente el SEPRONA con el apoyo de las Unidades de Seguridad Ciudadana, Tráfico, Montaña y Patrullas Fiscales.
El número de perros identificados en Castilla y León ha sido de 1.973, de los cuales 112 carecían del correspondiente microchip y se han formulado 601 denuncias administrativas. Se ha procedido igualmente a la investigación de dos personas como presuntas responsables de un delito de maltrato animal.
En la provincia de León, se han identificado 569 perros, 17 de ellos carecían del correspondiente microchip y se han formulado 165 denuncias administrativas.
Se han producido actuaciones en más de 1000 localidades de la región, resultando que en más de 200 se ha procedido a efectuar alguna denuncia administrativa.
La tipología más común de las denuncias efectuadas sería la siguiente:
– Carecer de Identificación mediante microchip
– Carecer de cartilla de vacunaciones y/ documentación
– Perros sueltos y sin control de sus dueños.
– Perros sin bozal
– Tenencia de animales potencialmente peligrosos careciendo de licencia.
A pesar de la finalización de la citada fase, la OPERACIÓN CAN continuará en vigor de forma permanente en toda la Comunidad Autónoma.
Para conocer los datos por provincia, pueden contactar con la OPC correspondiente.