A pesar de que estos nidos se encuentran vacíos, se recomienda no tocarlos y avisar al 012.
El servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León advierte que los nidos de avispa asiática son abandonados llegando el final del otoño y principio de invierno y no son ocupados por nuevas poblaciones por lo que, con la caída de la hoja de frondosas, es probable que se comiencen a ver algunos nidos abandonados. Ante esta situación, la prescripción continúa siendo la de no tocar dicho nido, a pesar de que no representa amenaza alguna, y avisar al 012.
La reina de la especie avispón asiático durante los meses de septiembre y octubre ha puesto huevos de machos y futuras reinas, muriendo poco antes de la eclosión de estos. Todas las obreras mueren al final del otoño. Una vez reproducidos, los machos mueren también. Las nuevas reinas emigrarán en la búsqueda de escondites para pasar el invierno, fase en la que nos encontramos en estos momentos. En este contexto, y ante la caída de la hoja, muchos de estos nidos vacíos quedarán expuestos y serán más visibles. Mientras, la reina se mantendrá en estado latente en un letargo invernal en huecos de árboles, rendijas y grietas cobijándose de las inclemencias del invierno.
Cabe recordar que la avispa asiática se expande por Europa desde hace seis años atraída por el clima suave y húmedo, se cree que esta especie llegó al continente a través de un contenedor procedente de China. Durante el 2018 España ya se ha propagado por zonas del norte peninsular (Cornisa Cantábrica y Cataluña, entre otras), apareciendo recientemente en zonas de baja altitud en la provincia de León.
La red de alerta de la Junta
La Junta de Castilla y León estableció ya en 2016 un protocolo de actuación relativo a la detección, seguimiento y control de la especie, en el que participan empleados públicos de las consejerías de Agricultura y Ganadería (Veterinarios) y Fomento y Medio Ambiente (Agentes Medioambientales, Celadores de Medio Ambiente, Ingenieros Técnicos Forestales y de Montes).
Así mismo, se implica a otras entidades públicas como Diputaciones y Ayuntamientos, Bomberos y a asociaciones de titulares de explotaciones apícolas, principales interesados en el control de la especie por la incidencia que puede tener en estas explotaciones, pudiendo contar con la colaboración de expertos de la Universidad para la determinación de la especie.
Dada la alarma social suscitada, se han gestionado numerosos avisos en el 012 durante todo el verano que finalmente han resultado ser falsas alarmas, por lo que desde el servicio territorial de Medio Ambiente se recomienda realizar sólo alertas “presumiblemente ciertas”, ya que las falsas alarmas podrían llegar a colapsar la red de alerta y no poder determinar ningún caso positivo de la especie y, por lo tanto, su control.
Una vez realizadas las comprobaciones pertinentes, se identifica la especie, que en la mayoría de los casos se trata del avispón europeo (Vespa cabro), una especie de véspido que puede alcanzar más de dos centímetros de tamaño. Se trata de una variedad propia de Europa que puede realizar sus nidos en huecos de árboles, tejados o aleros, pudiendo alcanzar tamaños considerables.
Este avispón europeo no se trata de una especie con un comportamiento agresivo, ni que su presencia pueda comportar riesgo para el hombre, salvo cuando se proceda a manipular su nido, momento en el que puede atacar. Como especie autóctona, cumple un papel muy importante en el proceso de control de poblaciones de otras especies foráneas, como el avispón asiático, por lo que no debe procederse a la destrucción de sus nidos de forma sistemática, por simple alarma social.