En la cocina reposa una cazuela de sopas con congrio. El aroma es sublime. Mientras, Trébol revuelve en su caja de herramientas; anda detrás de un proyector que trajo del rastro hace un tiempo. Pasado un rato, parece que resuelve el problema, ajusta, destornilla, encaja, repara y deja la pieza como nueva. Ahora a cenar, la cazuela espera. Miguel Pérez, más conocido como Trébol, se dispone, después de dar buena cuenta de las sopas picantes y sabrosas, a ver una película de su colección, en uno de los proyectores que cuida con tanto mimo.
Evocar aquellas tardes de cine con la cazuela de sopas de congrio en la mano, es traer a la estancia del presente el olor sublime del tiempo de la niñez, la imagen de actrices y actores temblando en la sábana del pasado. Escenas en blanco y negro que tanto marcaban las facciones de las actrices y actores y, a su vez, tanto nos marcaron a los que soñábamos con aquellas historias mágicas del cine. Trébol encontró el cine, o el cine lo encontró a él, cuando aún era un chaval. De aquella época recuerda anécdotas llenas de humor y de trabajo, con las que ameniza las exposiciones.
Ahora se dedica, más que nunca, a cuidar y exponer su colección de proyectores que después de haber pasado por sus manos, se conservan intactos, como testigos extraordinarios de un tiempo que ya fue. La semana pasada, expuso sus proyectores en el colegio diocesano San Ignacio de Ponferrada, haciendo las delicias de alumnos y padres, que pudieron ver las aventuras del pato Donald, de Astérix y Obélix, el NO-DO, con uno de los proyectores de la exposición, como si estuvieran en el cine del ayer.
Desde el 22 de este mes hasta el 7 de enero, podremos ver la “Exposición de Proyectores Colección Miguel Pérez “Trébol”, en la sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo, sita en la calle Pío de Cela de Veguellina de Órbigo
Mordida existencial: El título de este texto: “Miguel Pérez – Un trébol de cuatro hojas” quiere ser un alegato cariñoso y merecido para este vecino de Veguellina de Órbigo, que tiene la medalla de oro de la Fundación Lumiere, por esta extraordinaria labor etnográfica, que lo convierte en un erudito de la cinematografía.
Si quieres saber cómo era el cine y el mimo que este Trébol de cuatro hojas, imprime en su tarea, no te pierdas la exposición. Trébol siempre está dispuesto a explicarte cómo funcionan y viven los proyectores al mismo ritmo que su pulso vital.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.