El Patatas Hijolusa afronta el primero de los dos partidos ‘raros’ –por el escenario y por el día en el que se disputan- que tiene por delante. El de esta semana será atípico porque se traslada al Palacio de Deportes (sábado, 19:00 horas), adonde llega el Ibaizabal, uno de los grandes del grupo por mucho que la clasificación no refleje ese potencial que tienen las vascas para afrontar un duelo en el que bien se podría decir que no habrá equipo local porque las de Moses no juegan en el Palacio desde hace casi dos años, cuando organizaron la fase de ascenso a Liga Femenina.
Con pocas opciones de llegar a la fase de ascenso en la que han sido habituales en las últimas temporadas, desde que lograron el ascenso hace más de un lustro, las pocas que le queden al Ibaizabal pasan por ganar en León a un equipo de Moses que tiene ahora dos partidos seguidos en casa que podrían acercarle mucho a la clasificación para la fase de ascenso de conseguir sacarlo adelante.
El Ibaizabal es un equipo rocoso, con una mezcla de jugadoras jóvenes de la cantera con otras que acumulan años de experiencia en esta categoría y en Liga Femenina, que será una buena vara de medir para el Patatas Hijolusa que empieza a acercarse a ese equipo dominador que cerró el año 2018 y que Moses quiere que vuelva a ser dentro de dos meses, cuando se jueguen los partidos decisivos de la temporada.