La Asociación Española de Empresas Productoras de Pellets de Madera, que celebra mañana, día 22, su asamblea anual en León, propugna utilizar este recurso natural, que permite mejorar la salud de los bosques.
La Asociación Española de Empresas Productoras de Pellets de Madera (APROPELLETS) celebra mañana viernes, 22 de marzo, su asamblea anual en León. Un encuentro con en el que el sector mira de nuevo a la cantidad de biomasa y madera que cada año se desaprovecha en los montes españoles. España es la tercera superficie forestal europea, pero la octava en aprovechamiento de la madera para energía. Mientras otros países vecinos, con un clima y bosques semejantes como Francia o Italia, destinan mucha mayor cantidad de madera a la producción de energía,
España desaprovecha cada año entre 30 y 40 millones de metros cúbicos de madera y biomasa, según los datos manejados por la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COFE). Este recurso es cada vez más abundante en los bosques españoles, acumulándose existencias en el monte que no se están valorizando.
En la misma semana en que se celebra el Día Mundial de los Bosques, el colectivo de productores de pellets de madera, en su encuentro anual reivindica el aprovechamiento de la madera y biomasa de los bosques, un recurso con el que producir una energía sostenible y limpia, como son los pellets de calidad. Apropellets propugna utilizar la biomasa como base fundamental para contar con un modelo de gestión forestal sostenible que, además, permite mejorar la salud de los bosques. La valorización de esta madera y biomasa lleva pareja una gestión de los montes que fomenta su mantenimiento, a la par que se combate el abandono y la despoblación del rural, algunas de las causas que están detrás de los 14.000 incendios forestales que España ha sufrido en los últimos diez años y que han arrasado más de 100.000 hectáreas anuales.
Los pellets, una energía sostenible
Apostar por los pellets es reafirmar el compromiso con las energías renovables, sostenibles y limpias a la vez que una oportunidad laboral muy importante. Como recuerdan desde APROPELLETS, la biomasa para uso térmico genera una media de 135 empleos por cada 10.000 consumidores, frente a otras energías como el gasóleo o el gas natural donde apenas llegan a la decena de puestos de trabajo en el mismo volumen de consumidores. Así, por cada megavatio instalado de energía producida con biomasa se generan 11 empleos directos e indirectos.
Además de la generación de puestos de trabajo, el aprovechamiento de la biomasa y la madera para la elaboración de pellets de calidad es una alternativa sostenible frente a otras fuentes como el gasóleo o el gas, cuyas emisiones a la atmósfera llevan tiempo acelerando las consecuencias del cambio climático.
Un sector solvente y preparado para atender la demanda
La asociación cuenta ya con una producción de pellets que ha superado en 2018 las 400.000 toneladas al año y se estima que en este 2019 se llegue a superar las 460.000 toneladas, que representan más del 60% sobre la producción total de pellets que se fabrican en España y que asciende a más del 70% en lo que se refiere a la producción de pellets certificado.
El sector cuenta en la actualidad con una capacidad teórica de producción instalada de más de 800.000 toneladas, según los últimos datos recopilados en este 2019. Esta diferencia permite asegurar al sector contar con un margen de mejora que se ajuste al incremento de demanda que se pueda producir a corto plazo, de manera que continúe a ser un sector solvente y puntero.
Pero además, el stock con el que cuentan las plantas de fabricación de pellets es una garantía para la estabilidad del precio del pellet, que frente a los volátiles incrementos que han sufrido otras fuentes de energía como el gasóleo, el gas o el carbón, los pellets llevan años asentados en la estabilidad de los precios siendo una opción realmente competitiva.
Desde el colectivo concretan que la producción disponible en el país es suficiente para atender la demanda de pellets que se registra en el territorio nacional. Así, tal y como explica Luz Pardo, presidenta de APROPELLETS, “las fábricas de los asociados de Apropellets no solo están sobradamente preparadas para dar cobertura a la demanda nacional actual sino también a la futura ya que hay sobrecapacidad instalada en estos momentos”, detalla la presidenta de la asociación nacional de productores de pellets.
El colectivo de fabricantes, que aglutina a 22 plantas de producción de pellets certificado, entre las que se encuentran algunas de las firmas más importantes del país, dispone del volumen de pellets necesario para hacer frente, con solvencia, a las necesidades actuales.
Crecimiento importante de la demanda
La puesta en el mercado de 45.000 calderas y estufas de biomasa y pellets al año ha supuesto un notable incremento de la demanda, en una coyuntura de crecimiento anterior sumando en los últimos diez años más de 250.000 equipos, de los cuales 217.000 son estufas de pellets. Este incremento ha supuesto que al año se ha sumado más de 1GW de potencia que ahora se gestiona en estos equipos. Así, en los últimos diez años se han alcanzado más de 10 GW instalados procedentes de estufas y calderas de todos los tamaños. Estas cifras evidencian que la biomasa y los pellets son la alternativa de cada vez más consumidores, que optan por una energía sostenible y respetuosa con el medio ambiente además de competitiva.
APROPELLETS
La Asociación Española de Empresas Productoras de Pellets de Madera (APROPELLETS) está constituida por las principales empresas de fabricación de pellet de España. Se creó para dar a conocer las ventajas económicas y ambientales del pellet, así como para definir las normas y garantías de calidad que regulen su fabricación y para desarrollar prácticas de apoyo a las empresas asociadas. Asimismo, la asociación se abre a nuevas incorporaciones de fabricantes de diversos tamaños, con lo que se constituye en el interlocutor adecuado. La directiva de APROPELLETS no solo quiere mantener el objetivo primordial de promover el uso de los pellets certificados como biocombustible, presente desde su creación en 2008, sino que además considera necesaria la investigación sobre producción, logística… en sustitución de combustibles fósiles; el fomento de la cooperación y la colaboración entre sus asociados; y la actuación como interlocutor en las relaciones laborales, contribuyendo en paralelo con los sindicatos a la defensa y promoción de un “nicho” de empleo fundamental en un futuro próximo y en el presente que ya vivimos… no sólo en la creación de nuevos empleos, también en las grandes instalaciones térmicas que, antes abocadas al cierre, adquieren una nueva vida con el cambio de combustible como ya ocurre en varios países de centro y norte de Europa.